Las palomas, un problema de degradación del hábitat

Campaña municipal para la retirada de estos animales de la ciudad

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  • Ya se han capturado 1.634 palomas desde que a finales de 2008 se iniciara el control
  • Piden la colaboración ciudadana y recuerdan que darles de comer se multa con 150 euros
La Delegación de Medio Ambiente y Sostenibilidad, que dirige África Becerra, en colaboración con la empresa DOKEslm, S.L, ha capturado un total de 1.634 palomas desde que en noviembre de 2008 se iniciara el control de capturas de estas aves en distintos puntos de la ciudad.

“Las palomas se han convertido en un problema para el municipio”, aseguró Becerra, quien añadió que “han pasado de ser una especie animal que servía para indiciar el nivel de habitabilidad medioambiental de las ciudades a poder provocar problemas sanitarios y degradar el hábitat urbano”.

Igualmente se consideran altamente dañinas porque deterioran el hábitat y el bienestar urbano, dado que sus defecaciones suponen un serio peligro para la integridad de los elementos arquitectónicos, especialmente pétreos y metálicos.

Otras veces pueden provocar la obstrucción de los bajantes del agua, debido a la acumulación de plumas o al posicionamiento de los nidos, que realizan con cualquier tipo de material, así como deterioro en los tejados.

La población de palomas ha aumentado considerablemente debido a varios condicionantes como la modificación del hábitat natural y la continua expansión de las áreas urbanizadas, la climatología más suave que invita a las aves a permanecer en las ciudades y a mantener unos índices de reproducción mayores y a la abundancia de alimento disponible que hace que los ciclos reproductivos se vean favorecidos así como la casi completa ausencia de depredadores.

Para el control de estos animales, desde la delegación de Medio Ambiente se ha escogido el método de la captura y retirada del municipio de los ejemplares capturados, que se ha demostrado el más eficaz hasta el momento. El procedimiento consiste en utilizar jaulas trampas, que son estructuras cerradas dotadas de sistemas de entrada unidireccionales y de un atrayente para palomas, que puede ser pienso, maíz y agua. Las palomas permanecen en el interior hasta que la jaula es retirada por un operario.

“Para que este método funcione es necesario que las palomas no encuentran alimentos disponibles en abundancia y tengan que recurrir a los existentes en las jaulas. En este punto es muy necesaria la colaboración ciudadana para que no se dé de comer a estos animales en la vía pública”, explicó la delegada.

Si las palomas no entran en estas jaulas, habría que buscar desde la Delegación otro método más drástico para controlar la población de estas aves en la ciudad.

“Una vez más desde Medio Ambiente pedimos la colaboración ciudadana para que no se dé de comer a las palomas, porque aunque pueda parecer una imagen tierna y sensible, estos animales provocan un gran perjuicio tanto sanitario como de infraestructura en la ciudad”, dijo Becerra, que recordó que además existe una Ordenanza Municipal sobre Tenencia de Animales que prohíbe alimentar los en la vía pública, con sanción de 150 euros.

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