La policía se olió el tinglado cuando vio los muchos anuncios- que había en prensa- con chicas chinas y decidió tirar de la manta, descubriendo en el transcurso de la investigación que tenían varios pisos, que sacaban a las mujeres de su país de origen , engañándolas o secuestrándolas, que las metían ilegalmente en nuestro país y las ponían a trabajar como esclavas sexuales
En cuanto a los rumanos, el escape y datos de una de las chicas apaleada, que no rota, sirvió de aviso para llevar a la policía a dar con un clan de padre ,hijo y espíritu no santo que cogían a las chicas en Rumania, las entraban ilegalmente en España y les daban tratamientos de María Antoñeta justo antes de pasar por el cadalso, con dotes de película de terror de acoso y derribo, muy vívida y realista.
Recuerdo que una amiga mía, presidenta de una asociación que ayuda a mujeres maltratadas, me dijo un día, referente a un articulo mío de un crío de muy pocos años , que hizo la travesía del estrecho solo y en el hueco del ancla de un barco, que era hermoso, pero que le hubiera gustado más que fuera de una niña, porque a ellas les están reservadas todavía más dificultades en la vida.
A mí , no lo niego, me molestó la cosa un poco, no por lo que decía , sino por lo que parecía implicar, de que yo podía escoger a la gente, que hacía cosas, que a mí me gustaba luego comentar, pero con el tiempo, me he dado cuenta de que ella tenía razón , porque la vida es mucho más difícil para las mujeres, que parece , que, en malas circunstancias, siempre nos vemos sometidas a la marginación, a la prostitución o al maltrato
Sé que hay algunos que dirán que ya estoy metida en lo mío y tendrán razón y si les escuece la duda de si exagero, que le pregunten a la chica que el exnovio y otro más, armados de mala leche y un bote de gasolina y una moto, intentaron quemar viva lanzándole un coctel molotov en el interior de su coche , cuando ella arrancaba , como consecuencia del cual quedó herida con graves quemaduras, en parte de su cuerpo. Hubo un tiempo en el que yo creí que ya no tenía sentido ser feminista ,por los logros que se habían conseguido y porque las mujeres teníamos la igualdad tan ansiada, animada porque yo estudié lo que me dio la gana, cuando las mujeres de mi familia, que me habían precedido, no habían tenido esa oportunidad y porque elegí pareja como quise y porque era libre de ver y hacer lo que me diera la gana.
Hubo un tiempo en que comprendí que la realidad que vivimos es parcial e incompleta, puramente visión de caballo de picador , que solo mira para delante, porque la degradación y la bajeza de algunos está a nuestro lado , cuando en el supermercado la mujer que se prostituye en los pinares entra con su protector , siempre cinco o diez pasos por detrás de él, ella joven y maquillada como para una feria, con traje corto y ojos rasgados por la tristeza y el viejo y pellejón, hastiado y cacique pleno, seguido no de una sino hasta de tres copias casi clónicas de aquella primera Barbie rebajada, que inició el paseíllo.
Hubo un tiempo en el que nunca hubiera pensado cuánto le habría costado cruzar a aquella chica el estrecho, cuantos metros de pasaje pagó y sigue pagando con el nervio de su cuerpo, con su suave canela, con los labios rosados, teñidos por la ira ,la desilusión y el hastío… Hubo un tiempo en el que yo no quise ser feminista.
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