De hecho, los vecinos de Las Pachecas que hace unos días decidieron abandonar sus viviendas ante la crecida del río pudieron ayer regresar a las mismas para comprobar personalmente los daños provocados por el temporal. Aunque ya no hay agua en el interior de las viviendas, todavía es pronto para saber cuándo podrán ser ocupadas de nuevo, toda vez que en el interior de los inmuebles se aprecia un importante grado de humedad.
Por este motivo, los afectados trataban de ventilar las viviendas abriendo todas sus ventanas al tiempo que colocaban calentadores en su interior para elevar la temperatura ambiente.
A primera hora de la mañana y casi coincidiendo con el final de los desembalses, ya era posible atisbar importantes superficies de terreno que hasta el día anterior habían permanecido ocultas bajo las aguas.
Esa recuperación se hizo aún más evidente con el paso de las horas, tal y como Protección Civil había vaticinado días atrás, cuando estimó que las zonas afectadas por los desbordamientos recobraría buena parte de la normalidad unas quince horas después del fin de los desembalses.
En alerta amarilla
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha decretado la alerta amarilla para este lunes, ante la posibilidad de que se produzcan precipitaciones que podrían alcanzar 40 litros por metro cuadrado en doce horas o hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora.
Con todo, parece improbable que la Agencia Andaluza del Agua se vea de nuevo en la obligación de llevar a cabo nuevos desembalses en los pantanos de Bornos y Arcos, toda vez que la operación que culminó este domingo ha dejado un margen de espacio suficiente para atender nuevas avenidas de agua, siempre y cuando no fueran de la magnitud de las registradas a principios de la pasada semana. El Ayuntamiento, por su parte, mantiene activado el operativo puesto en marcha en aplicación del Plan de Emergencia Municipal, con especial atención a los núcleos de población ubicados junto al Guadalete.
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