La Policía Nacional ha liberado a cuatro mujeres originarias de Rumanía, Colombia y Brasil que presuntamente eran prostituidas en un club de alterne de Campohermoso, en Níjar (Almería), y ha detenido a cuatro personas por delitos, entre otros, de trata de seres humanos y relativos a la prostitución.
La Comisaría de Almería ha informado en una nota de que el pasado mes de junio se judicializó la operación 'Minotauro', iniciada después de que los agentes de la UCRIF tuviesen conocimiento de un local en la carretera de Campohermoso a San Isidro en el que podía haber varias mujeres prostituidas en contra de su voluntad.
La Policía Nacional asegura que dichas mujeres eran sometidas a un trato vejatorio, con amenazas, e incluso sufriendo agresiones, siendo obligadas a alternar con clientes en "jornadas maratonianas de 12 horas o incluso más".
Todo ello a cambio de 10 euros por cada 10 minutos de relaciones íntimas por cliente. El 15% de dicha cuantía era entregado al responsable del local, además de una cantidad semanal de 100 euros, por permitir que cada mujer ejerciera la prostitución en su local.
Entre los detenidos se encuentran el dueño del club y su esposa, ambos de nacionalidad rumana, quienes supuestamente eran los responsables de captar a las víctimas para obligarlas a ejercer la prostitución, con contactos a lo largo de toda la geografía nacional.
Según la Policía, esta pareja se ocupaba de la barra del club, de controlar a las mujeres y evitar que se "distrajesen", para que pudieran llevar a cabo un "número elevado" de servicios durante las horas de apertura al público por la noche.
"Fuera de las horas de apertura, ejercían un control férreo sobre las mujeres prostituidas, impidiéndoles que saliesen del local, o tuviesen algún tipo de contacto con el exterior", aseguran.
También ha sido arrestado un hombre de 36 años y nacionalidad rumana que era supuestamente el "lugarteniente" y mano derecha del propietario, encargándose de velar por la seguridad de las víctimas y que ningún cliente se propasase con ellas.
Era también el encargado de controlar los tiempos de estancia con cada cliente, y hacía la función de taxista para el traslado de las mujeres.
La última arrestada ejercía la prostitución con las nueve liberadas para, asevera la Policía, controlar lo que estaba sucediendo "desde dentro" y así poder evitar de inmediato cualquier conato de fuga o apropiación no consentida del dinero que debían entregar al jefe.
La Policía Nacional procedió en la tarde noche del día 22 de octubre, al registro y clausura del prostíbulo.
En compañía de un subinspector de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Almería, los agentes intervinieron 1.145 euros en efectivo, un vehículo de alta gama, varias dosis de sustancias estupefacientes, y una libreta con anotaciones manuscritas, en la que se reflejaba diariamente el rendimiento de cada chica, y los beneficios que ésta generaba.
Los arrestados, investigados por delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los trabajadores, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, trata de seres humanos y relativos a la prostitución, han sido puestos a disposición judicial.
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