Lo que tiene que oir uno a lo largo de una semana y sólo cuento la mitad por respeto al respetable. El alcalde pidiendo unidad política contra el cierre -porque está abocado al cierre y a convertir aquella zona en una zona deprimida más (de lo que está) de la ciudad- y los socialistas diciendo que están por la unidad política y Mamen Sánchez, diputada perpetua del PSOE, dispara los cañones a bocajarro.
Pues se oyen esas cosas porque los políticos son así, capaces de hacer llamamientos absurdos -quitando la buena intención que pueda haber, cosa que dudo porque un servidor ya está por aplicarle a esta casta la presunción de culpabilidad directamente- y decirlo tan tranquilos. ¿Sabrá la gente que la única unanimidad que se ve en el Congreso es para subirse los sueldos? Y para algunas cosas más del mismo estilo, lógicamente.
Ya luego si profundizamos en la brillante intervención de Mamen Sánchez, cuando habla de la lucha que ella mantuvo en tiempos del PP en el Gobierno, junto a la ex senadora María Jesús Castro, es para tirarse de los pelos.
Es verdad que salía en las manifestaciones por el hospital naval, pero también lo hacía por los terrenos de Camposoto, por todo Camposoto, y en los ocho años de gobiernos socialistas no pasó a la ciudad ni un metro cuadrado de suelo, y ni siquiera fueron capaces de hacer que la Escuela de Infantería de Marina volviera cuando todavía iba camino de Cartagena y el Ayuntamiento estaba dispuesto a pagar los gastos del traslado.
También en esa pelea estuvo Mamen Sánchez y María Jesus Castro y pronto que cambiaron el discurso cuando Zapatero entró por la Moncloa con tiempo suficiente para hacer volver la Escuela, pero también para haber llegado a un acuerdo con la Junta de Andalucía, del mismo color político, sobre San Carlos.
Por que hay una cosa en este bochornoso asunto, y es que la externalización de servicios sanitarios de Defensa empezó con el Partido Popular en el Gobierno, es cierto, pero durante los ocho años de ZP se ha seguido haciendo hasta dejar sin cartillas al hospital y, por ende, abocado al cierre por falta de uso.
Desde el otro lado, desde el PP, a partir de aquella frase de Jesús Mancha de que “si la Junta quiere un hospital, que se construya uno nuevo” cuando el PSOE pedía el uso conjunto, hasta la actualidad, poco se ha hecho por frenar el desalojo de los hospitales de Defensa.
El PP es privatizador por ADN y usar argumentos como que la Junta concierta plazas con Pascual cuando puede tener un hospital que Defensa le entrega con todo el personal incluido, es un ejercicio de cinismo propio de quienes son consumados maestros sofistas, por no decir cínicos.
Y ahora, ¿va a salir el pueblo a la calle? Pues sí. A ver la cabalgata de Carnaval, si hace buen tiempo y a ver al Nazareno, aunque llueva a mares.
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