Ecologistas en Acción ha denunciado la tala de numerosos pinos y alcornoques en el perímetro del vertedero de residuos peligrosos y no peligrosos de Nerva.
Las instalaciones de este vertedero tóxico, que llevan funcionando más de dos décadas junto al pueblo, tienen a una distancia de unos diez metros en todo su perímetro, una masa forestal que sirve de pantalla para frenar las partículas tóxicas que se desplazan por el aire a las inmediaciones, sobre todo, al pantano del Jarrama, que abastece para consumo a los pueblos de la zona. El considerable número de pinos y alcornoques cortados que actuaban como barrera frente a las cotidianas nubes de polvos tóxicos que emanan de las instalaciones en las operaciones de descarga y gestión de los residuos peligrosos que llevan los camiones, también tenían como finalidad amortiguar el impacto paisajístico de estas instalaciones, explican desde la organización en un comunicado.
Ecologistas en Acción "no ve justificación para esta tala masiva, ni siquiera como supuestas áreas cortafuegos, ni en el marco de un posible plan de autoprotección". Esto se debe a que recientemente, esta masa forestal fue entresacada y limpiada y ya existían áreas cortafuegos, y respecto a la autoprotección, se trata de un plan que debe estar en marcha desde hace años y las actuaciones forestales previstas en él ya deben estar realizadas hace tiempo.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción solicitará a los nuevos responsables en materia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía una investigación por esta tala masiva forestal, ya que en particular en esta zona, hay una gran pérdida de arbolado debida sobre todo a los incendios forestales, ya que la Cuenca Minera ocupa del primer lugar en cuanto a conatos, número de incendios y superficie quemada.
En este sentido, la organización recuerda que el verano pasado se quemaron allí mismo, en Nerva, más de 2000 hectáreas forestales. Nosotros entendemos que esta tala es una actuación sobredimensionada si se trata de una defensa ante el peligro real que supone la autocombustión por la falta de una adecuada gestión de los residuos tóxicos y por el temor de que se puedan originar incendios forestales como consecuencia de ello. En lugar de talar los árboles, consideramos que la actuación más urgente para evitar esta situación de alto riesgo es, por una parte, una mejor gestión para la conservación de la masa forestal de monte mediterráneo de la zona y no destruir lo poco que dejan los incendios en pie, y por otra parte, iniciar de una vez por todas los trámites legales para disponer la clausura definitiva de unas instalaciones que están agotadas y sobreexplotadas más allá del uso para el que fueron concebidas y creadas.
En definitiva, Ecologistas en Acción solicita atención y medidas "para que no se convierta a Nerva en un desierto sin árboles y en el cementerio químico de media Europa".
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