No os voy a ocultar que el partido contra Las Palmas Atlético es de los que más me asusta. El tembleque llega cuando ves los números del filial canario en la segunda vuelta. Son de equipo que puede optar al playoff de ascenso. Cuando fuimos a jugar allí parecía que aquello iba a ser un trámite y al final acabamos perdiendo 2-1. Desde entonces han pegado un acelerón en cuanto a resultados y ahora mismo en la tabla estamos ahí, un solo punto por encima de ellos. Han sido un conjunto joven y con ganas de sacar adelante una papeleta muy difícil. Algo, lamentablemente, que parece inverso a nosotros. Creando un equipo, en teoría, porque la tabla no miente, para aspirar al menos a entrar en playoffs y fijaos dónde hemos acabado.
Jugando una Final, como el año pasado, y como el anterior, por confirmar la permanencia. Qué queréis que os diga, posiblemente, si ganamos y espero que sea así a pesar de las dificultades, no será motivo de alegría en absoluto. Otro año, uno en el que por fin creíamos que las cosas iban a mejorar y de nuevo nos vemos en las mismas. Ya nos hirieron deportivamente, institucionalmente y ahora de la peor forma: socialmente. Pero no quiero hablar más allá del próximo domingo, cuando espero por fin poner las cartas sobre la mesa sobre el desastre de temporada que se ha realizado. Ahora mismo el objetivo es básico y tenemos que seguir con el mantra de las últimas semanas: Ganar #ComoSea.
Porque si ganamos podemos descansar tranquilos y eso es lo que buscamos. Olvidarnos un poco (deportivamente) del Recre y pensar en que llegue por fin el verano y el mundial y rehacer el equipo y renovar energías. Porque la 2ªB es tan rara, que si nos da por ganar los dos últimos, va a parecer clasificatoriamente que ha sido una buena campaña, y me niego a pensar eso. Quiero que se acabe ya.
El problema es no ganar. Con un empate nos toca mirar los partidos de la tarde y que pierdan los de abajo. Incluso si perdemos nosotros, podemos salvarnos si los demás no hacen bien su trabajo. Pero, ¡ay! Que duro sería tener que ir a jugar a Jumilla el todo por el todo, tan lejos, en un campo tan complicado. Puede resultar poético, pero es terrible. Si este partido me da miedo el que se puede disputar en tierras murcianas con algo en juego es una pesadilla peor que la niña de la curva.
Así que miro al frente, este domingo, a las 12.00. Ojala buen ambiente, mucha gente, y que cuando lleguen las 14.00 más que un aplauso demos un suspiro de tranquilidad.
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