Una vez más termina la feria de San Lucas y el sector de la hostelería, a través de Asostel, y los caseteros, por medio de su asociación, lamentan que no ha sido una buena feria en cuanto a negocio se refiere para ellos. Ambos insisten en que solo los dos fines de semana, especialmente el primero, han sido rentables, y aluden a los elevados gastos realizados y a la mala planificación de los días de fiestas. Bien es cierto que el ferial no ha recibido tantas visitas entre semana como otros años y que el tiempo no acompañó el día de San Lucas, pero el análisis que hacen tal vez debería ser menos catastrofistas, sobre todo desde Asostel, que representa a los hosteleros de toda la ciudad y que cuando habla de malos resultados obvia aquellos establecimientos de la periferia que durante dos semanas se quedan completamente vacíos. Eso sí son malos resultados. En cualquier caso, no estaría de más que tanto caseteros como hosteleros propiciaran una reunión previa con el gobierno municipal y trabajaran en hacer atractivo y llamativo un ferial y un casco antiguo los días que no se produce el desplazamiento masivo de vecinos de la provincia. Mirad para ver si escampa pocas veces da más resultados que los que tiene a bien regalar la naturaleza. No obstante, San Lucas ha vuelto a brillar y a ser la mayor feria de la provincia, pese a su raquítico presupuesto.
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