Málaga volvió a disfrutar de un día pleno en la festividad de Santa María de la Victoria. La jornada en honor de la patrona de Málaga y su Diócesis comenzó con la misa estacional presidida por el obispo, Jesús Catalá. Tras la tradicional ofrenda floral ya sólo quedaba esperar a la tarde y que la Virgen se reencontrara con su pueblo.
Ya por la tarde, la procesión de alabanza volvió a ser un rotundo éxito de público desde la salida hasta el encierro. Puntalmente, el cortejo partió de la Catedral camino del Santuario con un buen ritmo en el avance del cortejo sobre todo del trono, que desde hace unos años está siendo llevado cada vez mejor. Esto, unido a que cada año más cofradías acompañan a la imagen hasta el final de su recorrido, hace de la vuelta al barrio una procesión muy arropada. El acompañamiento musical corrió a cargo de la banda de música de la expiración que cumplió su cometido con un gran nivel de calidad sonora.
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