Suena un aviso de emergencia. Una patera llega a las costas de Málaga y hay que activar el dispositivo. En ese momento, un equipo de voluntarios de Cruz Roja se dirige hasta una nave en Campanillas, recoge todos los útiles necesarios y se trasladan hasta el puerto de la capital para montar un hospital de campaña. Allí donde mejor se pueda socorrer a los necesitados. Esta es a grandes rasgos la rutina a la que se enfrentan cada vez que ocurre un suceso de estas características.
Precisamente, ante la necesidad acuciante, la institución elevó a finales de año un informe a la Subdelegación del Gobierno en que le se detallaban las necesidades existentes “pero no hemos tenido ninguna respuesta”. Esto lo explica Samuel Linares, coordinador de Cruz Roja Málaga. “En ningún momento nosotros exigíamos un tipo de local sólo exponíamos que para hacer nuestra labor necesitamos ciertos espacios”, añade. De esta manera, la institución hacía una estimación y calculaba que el inmueble debería abarcar unos 600 metros cuadrados, concretamente 595, a repartir de esta manera: 100 de área sanitaria, 100 de duchas y servicios, 200 para cobertura de necesidades básicas, 60 para el área de mediación, 100 para el almacén y 35 para la oficina.
Una de esas carencias es no contar con una sala en la que poder hacer exploraciones íntimas a las mujeres porque gracias a eso se han detectado numerosos casos de trata al descubrir que han llegado forzadas sexualmente a su destino. Al igual que ocurre con los niños, que muchas veces viajan acompañados de falsas madres que le sirven de ‘pasaporte’.
De cara al verano, Linares no sabe con lo que pueden encontrarse: “Es muy difícil hacer una previsión de cuántas pateras pueden llegar, porque el flujo migratorio es muy variable pero lo que sí es cierto es que es un fenómeno que va en aumento y que Málaga se ha convertido de nuevo en un puerto de entrada”.
Sobre lo ya ocurrido a lo largo de los últimos meses , los números hablan por sí solos. “En lo que va de año hemos atendido ya a 600 personas, aun así, nuestra necesidad es constante sean cuales sean los números”, apunta el responsable malagueño. “El problema de todo esto es que desgraciadamente esta situación la acaban pagando los más débiles y vemos como un país de primer orden atiende de esta manera tan precaria en Málaga, teniendo en cuenta que sí tenemos instalaciones dignísimas en otros puertos de España, como es el caso de Almería”, culmina.
Por su parte, la Asociación ‘Málaga Acoge’, cuya finalidad es facilitar el acceso de la población inmigrante a los servicios básicos, tales como la vivienda, servicios sociales o atención jurídica, se suma también a esta reclamación. Esta semana mediante un comunicado la institución benéfica se hacía eco de la respuesta escrita recibida por el parlamentario del PSOE Miguel Ángel Heredia tras consultar por esta cuestión al Gobierno, que exponía que “no dispone de espacios y medios necesarios” para este tipo de atención. Al igual, negaban la cesión de un local para la policía. En este último aspecto, desde la subdelegación del gobierno en la capital malagueña aclaran que lo único que “ha habido es una visita a unos locales que podrían ser liberados por la Autoridad Portuaria para la Dirección General de la Policía, pero no hay ni firma, ni cesión. En cuanto a un local para la Cruz roja, no se ha tratado nada.”. “De momento, lo único que se está estudiantes la idoneidad del espacio y la inversión necesaria de adecuación pero no hay ninguna fecha ni ningún plazo”.
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