Ésta es una de las conclusiones recogidas en un estudio elaborado por el Centro de Estudios Andaluces sobre la incidencia del vandalismo en Andalucía, que presentó ayer su director, Demetrio Pérez, acompañado por los investigadores Mario Jordi y Francisco Alix.
El informe, que en su parte cuantitativa ha sido elaborado a partir de las denuncias por actos vandálicos recibidos en el servicio de emergencias 112, apunta que los avisos por este tipo de actos en las capitales de las provincias andaluzas se han multiplicado por seis.
El caso más llamativo es el de Sevilla, donde se ha incrementado en más de un 472 por ciento al pasar de los 461 avisos de 2004 a 2.637 en 2007.
El gran salto en la capital hispalense se produjo en 2006, cuando se pasó de 222 avisos de actos vandálicos de 2005 a 2.517 de 2006.
También en el resto de las capitales
Esta tendencia alcista se repite en el resto de capitales de provincia, y así Almería ha experimentado un incremento del 685,7 por ciento al pasar de 7 avisos en 2004 a 55 en 2007, mientras que en Cádiz han pasado de las 2 denuncias de 2004 a las 26 de 2007, lo que supone un incremento del 1.200 por cien.
En Córdoba, el aumento ha sido del 535,2 por ciento al pasar de las 17 denuncias en el 112 a las 108 en 2007; Granada pasó de 36 a 96 (aumento del 166,6 por ciento); Huelva, de 8 a 70 (incremento del 775 por ciento. Jaén, de 6 a 29 (383 por ciento), y Málaga, de 33 avisos en 2004 a 178 de 2007, lo que supone un crecimiento del 439 por ciento.
Las causas de estos aumentos, según los investigadores del estudio, son múltiples, aunque destaca el aumento del descontento social debido a la crisis económica y al creciente fenómeno de grabar los actos vandálicos para difundirlos más tarde en internet.
El "acto estrella" es la quema de contenedores, seguido de graffitis y tags (firmas recurrentes), según indicó Mario Jordi, quien explicó que el perfil del vándalo es el de un adolescente varón.
En la ciudad de Córdoba, en cuyas calles existen alrededor de 9.200 contenedores de basura, un total de 286 tuvieron que ser sustituidos durante el año pasado al ser quemados intencionadamente, lo que supuso un gasto de más de 200.000 euros, según recoge el informe.
Jordi indicó que el vandalismo surge en las grandes ciudades andaluzas como contestación a un proceso de evidente "mercantilización" del espacio público.
En su opinión, es necesario huir de la "simplificación" y del "estigma" que el vandalismo lleva parejo para encontrar que es un fenómeno diverso y que, lejos de ser un problema en sí, es un "síntoma de otras problemas".
El objetivo del estudio es analizar el vandalismo como un fenómeno de comunicación para entender lo que le ocurre a la sociedad y como un mecanismo para transmitir el desafecto existente en parte de la población por los bienes públicos y la comunidad, su descontento social, y su reacción ante la exclusión.
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