El Granada ha sido capaz de conseguir dos triunfos seguidos en los cuatro últimos días después de estar casi siete meses sin conocer la victoria, lo que han devuelto la fe y la esperanza de la permanencia en Primera División a un equipo que vuelve a creer guiado por la figura del técnico Lucas Alcaraz.
Databa la última victoria del Granada en Liga del 9 de mayo, cuando en la penúltima jornada de la pasada temporada obtuvo la permanencia matemática al ganar por 1-4 al Sevilla, y tuvo que volver a cruzarse en el camino de los rojiblancos el cuadro hispalense para que volvieran a lograr los tres puntos en la competición doméstica.
El 2-1 conseguido ante el Sevilla supone el primer triunfo del Granada en esta Liga, pone fin a una racha de casi siete meses y catorce partidos sin vencer en el campeonato y supone el segundo triunfo seguido en partido oficial tras el 1-0 logrado el miércoles contra el Osasuna en la ida de los dieciseisavos de la final de la Copa del Rey.
Para un conjunto acostumbrado a no ganar, vencer dos encuentros seguidos tiene que ser un 'subidón' tremendo, aunque lo más importante es la imagen y las sensaciones que dejó el plantel contra el Sevilla.
El Granada demostró ser un bloque fuerte que plantó cara y fue superior en muchas fases a uno de los mejores equipos del campeonato, con destacadas actuaciones individuales de varios jugadores llamados a marcar diferencias, haciendo olvidar el mal encuentro de la pasada jornada contra el Celta, una mancha en una trayectoria que aunque sin triunfos estaba siendo positiva.
Estas dos victorias seguidas, sobre todo la obtenida en Liga, han devuelto la fe y la esperanza en la permanencia a una plantilla y a una sufrida hinchada que cierra filas en torno a la figura de Lucas Alcaraz, técnico más discutido que otros por ser de la casa en anteriores etapas pero que ahora se ha convertido en el auténtico líder de este Granada.
Alcaraz, cuyo nombre es coreado por la grada en cada encuentro que el equipo disputa en el Nuevo Los Cármenes, varió su esquema habitual ante el Sevilla volviendo a la defensa de cuatro jugadores y formando con un 'trivote' en la medular, dibujo que le permite dar mayor libertad a sus jugadores de más talento, como el francés Jeremie Boga o el marroquí Mehdi Carcela-González.
La mejoría experimentada por el equipo con el actual entrenador en relación al anterior, Paco Jémez, es más que evidente, ya que mientras que con el cordobés el Granada sólo fue capaz de sumar dos puntos en las seis primeras jornadas de Liga, con Alcaraz ya ha alcanzado seis en siete partidos, y eso que ha tenido que visitar al Atlético de Madrid y el Barcelona.
Ahora, con los puestos de permanencia más cerca que nunca, el Granada cerrará el año visitando el Málaga y jugando en casa ante la Real Sociedad con la ilusión de mantener su dinámica positiva y prolongar la buena racha que por fin llegó.
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