El grupo González Byass, uno de los líderes bodegueros españoles envasador del fino Tío Pepe o el tinto Beronia, sufrió en el año 2015 (que se cerró a final de agosto de ese año, aunque las cuentas se entregaron al registro con un año de retraso) un fuerte descenso de sus ventas internacionales. La facturación por la venta de sus vinos y bebidas espirituosas en los países fuera de la UE se desplomó en torno al 40%, hasta quedar 61,6 millones.
Ello arrastró al conjunto de la empresa que preside y dirige Mauricio González-Gordon a registrar un descenso global de la cifra de negocio hasta los 168,9 millones, un 18,5% menos. Sin embargo, en 2015 los mercados que sí crecieron fueron los más maduros: España, donde alcanzó 72,5 millones en ventas (70 millones en 2014); y el resto de Europa, donde vendió un millón de euros más en caldos, hasta 34,8 millones. Esta favorable evolución, sin embargo, pudo paliar sólo en parte el descenso en el resto de países donde exporta: toda Latinoamérica, EEUU y Canadá, Oriente Medio, Sureste asiático y dos países africanos.
Agresividad
El informe de gestión de la empresa explica así la evolución del negocio en 2015: “Sigue existiendo una fuerte competencia en el sector de bebidas, con políticas comerciales muy agresivas en precios en España y en los mercados internacionales”.
El descenso de las ventas, unido a la ausencia en 2015 de resultados extraordinarios, llevó también a una disminución del 50% en el beneficio neto, hasta 7,6 millones. En 2014, la empresa obtuvo 10,6 millones como parte de la alianza con el grupo filipino Emperador para explotar conjuntamente una bodega de brandy (Bodegas Las Copas), lo que impulsó su beneficio neto ese año hasta los 15,7 millones.
Junto a la evolución de los negocios, la empresa también avanza que en el siguiente ejercicio (2016, que terminó el pasado 31 de agosto) adquiriría la mayoría del capital de su filial de México, donde hasta ahora tenía el 50%.
Menos deuda y más reservas
El grupo controlado por la familia González realizó dos medidas de reforzamiento del balance y la cuenta de resultados. Por la primera vía, elevó las reservas de capital desde 134 a 46 millones en sólo un año. Utilizó para ello parte del pago que recibió del grupo Emperador (10,6 millones) por la alianza en el negocio del brandy.
Como consecuencia de ello, el conjunto de fondos propios de la empresa se situó 201 millones a cierre de año. En 2015, González Byass repartió dividendo por 4,1 millones.
Por el lado de la cuenta de resultados, la empresa decidió amortizar deuda por 14,1 millones en sólo ese año, el doble que en el ejercicio anterior. Con ello, el pasivo bancario a largo plazo bajó de 20 millones a 11 millones; y, a corto plazo, pasó de 25,3 a 20,7 millones.
González Byass, cuyas cuentas audita PwC en Andalucía, elevó su plantilla hasta 556 personas (427 fijas) a final de 2015 frente a las 518 de cierre del año anterior.
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