Abengoa va a abrir por fin la boca públicamente para hablar de su crítica situación financiera y de negocio, tras más un año de silencio sin contestar a preguntas de los analistas bursátiles. Exactamente desde el 23 de febrero de 2015, cuando su entonces consejero delegado Manuel Sánchez contestó a las cuestiones de estos expertos como venía ocurriendo desde hacía años con motivo de la presentación de sus resultados anuales de 2014.
El miércoles, la empresa reunirá a sus acreedores financieros y los analistas para actualizar toda la información disponible sobre el preacuerdo para su rescate alcanzado la semana pasada entre bancos y bonistas, y aclarar en lo posible sus perspectivas de éxito para evitar ir a concurso el próximo día 28.
En el comunicado enviado el viernes a la bolsa, la compañía señala textualmente que la conferencia convocada para las 15:30 hora española se hace “para dar una visión general sobre el plan de negocio y la propuesta del plan de reestructuración financiera y responder a cualquier pregunta con respecto a la misma”.
La empresa, dirigida desde el 20 de mayo y hasta final de noviembre por Santiago Seage tras la dimisión de Sánchez Ortega, no respondió preguntas ni en la presentación de sus resultados del primer trimestre, ni en la del primer semestre. Seage impuso ese veto por indicación de Felipe Benjumea, el expresidente ejecutivo y expresidente de honor. Tampoco se aceptaron preguntas el mes pasado, cuando la consultora Álvarez&Marsal se limitó a leer literalmente el documento con el plan industrial elaborado por ella misma a instancias de Abengoa.
Ahora, a la cuarta y doce meses después, tras la salida de Benjumea y con Seage dirigiendo la filial Yield, el nuevo equipo gestor encabezado por Antonio Fornieles sí contestará. Abengoa tiene el respaldo de en torno al 40% de todos sus acreedores (financieros y comerciales), y necesita llegar al 75% para que el juez de lo mercantil de Sevilla levante el preconcurso.
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