La tarde de acuerdos vivida el pasado viernes, que estuvo a punto de dejar fuera de la Alcaldía a José Enrique Fernández de Moya, ante la animadversión que despierta el alcalde tanto en Ciudadanos como en Jaén en Común (dispuestos a propiciar su salida el mismo sábado por la mañana), abre la cuenta atrás de un gobierno que tiene los días contados. Solo la intervención de la nacional del partido naranja, ante el miedo de que en tres capitales de provincia andaluzas sus acuerdos apearan a la lista más votada de los gobiernos municipales hizo que el bastón de mando de la Alcaldía de Jaén no pasara a manos del socialista Manuel Fernández Palomino. Sin embargo, una vez que el foco de la dirección nacional de Ciudadanos se haya apagado tras las Elecciones Generales, es más que probable que no tarde en llegar la moción de censura. Mientras tanto, el alcalde Fernández de Moya, que anunció una nueva carta para la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que tomó posesión ayer, desaprovechó, primero, asistir a su acto de investidura, tal y como hicieron otros alcaldes (Málaga, por ejemplo), ya que estaban todos invitados, y segundo, consensuar esa carta para la presidenta con los otros grupos políticos, es decir firmada también por PSOE, Ciudadanos y Jaén en Común. Los nuevos tiempos (como le pasa a las mentiras por mucho que se repitan) no llegan a pesar de que se anuncien, si las actitudes no cambian de facto.
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