La escritura perpetua

El periodista y el Recre

Ahora me doy cuenta que aquellas copas junto a Pepe Rómax han sido de los mejores momentos que he pasado en Huelva

El día que llegué a Huelva para trabajar en el ‘Huelva Información’ era 1 de junio. Ya a la salida del periódico, en la Plaza de San Pedro, me abordó el redactor de Deportes. Era un tipo grande, con la espalda anchísima, y la piel negra, quemada por el sol, como si fuera el capitán de un barco mercante. Se llamaba Pepe Rómax. Me peguntó: “Oye, ¿tú que tienes contra el Recreativo?”. Respondí: “Nada”. Insistió: “Es que me han dicho que eres del Atlético de Madrid”. Eché balones fuera, no quería problemas: “Ese es un equipucho comparado con el Huelva”, dije. A lo que él señaló: “No se dice Huelva, se dice Recre, pero eso ya lo aprenderás, porque tú eres uno de los míos. Vamos a tomar aguardiente”.
        Ahora me doy cuenta que aquellas copas junto a Pepe Rómax han sido de los mejores momentos que he pasado en Huelva. Rómax me hablaba del Recre, de sus viajes, de las continuas polémicas que vivía con otros periodistas de Huelva. Un día me dijo que había quedado para zanjar unas discrepancias con un colega y volvió con dos costillas rotas. Otra vez lo acompañé a que sacara unas fotos, porque también era fotógrafo, de un accidente de tráfico que se había producido en el viejo puente de Punta Umbría, y, en su búsqueda del mejor ángulo, lo arrolló un coche. Salió ileso. En los partidos decisivos animaba desaforadamente al Recreativo, silbaba al árbitro y a los futbolistas rivales, no tomaba ninguna nota, pero luego sus crónicas eran impecables. Las leía todo el mundo.
    Yo me fui a la Cadena Ser y poco a poco perdí contacto con Rómax. Luego se jubiló. Dejó de ir al fútbol. Iba a ver los partidos al bar Javi, cerca de su casa, en Isla Chica. Pero una mañana, cuando yo era director ya del ‘Odiel Información’, un joven redactor comentó:
“-Anoche encontraron muerto a un periodista en el aparcamiento de la televisión local.
-¿Cómo se llama?
-Un tal Pepe Rómax”.
     Miré al techo como el que piensa, para que nadie se diera cuenta de que estaba llorando. Pero Pepe Rómax había muerto como un grande. En un debate televisivo defendió con ímpetu sus ideas contra el entrenador del Recreativo de entonces, y al salir de la televisión se derrumbó, muerto, en un aparcamiento solitario.
     El Recre acaba de descender a Segunda B y tal vez desaparezca. Hoy quisiera yo escribir como Pepe Rómax. Señalar con el dedo encendido de su escritura. Analizar lo que ha pasado con su prosa valiente y macho. Pero no sé. Me callo. Para que imaginemos cómo describiría Pepe Rómax esta tragedia sentimental para Huelva. Porque Rómax atacaría a todos los culpables. A Pablo Comas, a los entrenadores, a los jugadores, a los iletrados. Pero él ya no está. Silencio. Imaginemos la música triste e indignada de la crónica del gran Pepe Rómax sobre este descenso terrible

                                                                                                             rtículo emitido en el programa ‘El Pelotazo’

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