La empresa Conacón, del Grupo Sando, ha comenzado la ejecución de las obras de peatonalización del entorno a la catedral de Málaga.
Los trabajos suponen la reordenación urbanística de más de 10.000 metros cuadrados de la ciudad repartidos en seis céntricas calles. Requieren de una inversión de casi tres millones de euros, financiados por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, y de un plazo de siete meses de ejecución.
El objetivo es mejorar la visibilidad del templo malagueño y dotar a las vías adyacentes de un mayor atractivo turístico.
Para ello, el proyecto incluye cerrar el tráfico a la calle Postigo de los Abades y restringirlo en las aledañas dando prioridad al peatón. Asimismo, el plan recoge la pavimentación con piedra natural, calizas y granitos. La remodelación de los servicios urbanos; es decir, de las redes de abastecimiento de agua, de telecomunicaciones, de saneamiento y la instalación de contenedores soterrados.
De lo que no ha hablado nadie es de qué ocurre con los árboles, algunos históricos, que forman parte de la estampa malagueña desde el siglo XIX.
Según ha podido saber Ondaluz Televisión, el proyecto contempla la conservación de dos ejemplares históricos -situados en la mediana ubicada entre Cortina del Muelle y Avenida Cervantes-, el trasplante de otros y la desaparición de buena parte de ellos, los que según los gestores de la obra “son de poco valor”
El grupo ecologista ha advertido del modelo de ciudad al que está derivando la capital malagueña. Una ciudad de diseños minimalistas, que ha perdido su identidad histórica y por la que cada vez es más difícil caminar al amparo de la sombra.
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