La Gatera

Autoestima sevillana

Se celebra todos los meses en el Ateneo de Sevilla un club de lectura, idea del ateneista Ángel Boyer, y al que le echamos una mano Rosamar Prieto-Castro y servidora que también somos de la Casa...

Se celebra todos los meses en el Ateneo de Sevilla un club de lectura, idea del ateneista Ángel Boyer, y al que le echamos una mano Rosamar Prieto-Castro y servidora que también somos de la Casa. Es un grupo muy heterogéneo, tanto en edad como en actitudes. Eso, obviamente lo enriquece y lo convierte en una experiencia apasionante. El pasado jueves nos reunimos de nuevo y en esta ocasión para hablar sobre La Ciudad de Manuel Chaves Nogales. Libro que siempre provoca reacciones variopintas, desde la admiración absoluta hasta el escepticismo. Y como no podía ser de otra manera eso fue lo que ocurrió en el club. Pero nosotros fuimos más allá.

A partir del concepto de ciudad que un jovencísimo Chaves Nogales nos describía en aquellas páginas, cada uno de los asistentes fue confesando al abrigo de las paredes de la docta casa, el concepto de ciudad que albergaba su corazón. Desde la mirada del autor, cada uno hizo una reflexión propia, una rápida catarsis, y derramó sobre la mesa esa Sevilla oculta, íntima y personalísima que vive dentro de nosotros. Una Sevilla individual. Como si de una reunión de Alcohólicos Anónimos se tratara, fuimos caminando sobre los Doce Pasos de esta adicción que es a veces Sevilla, y confesando nuestras fobias y nuestras filias, que decía aquél. Y descubrimos que, lejos de ese chovinismo infantil del que nos acusan, nuestra autoestima como ciudadanos está muy confusa. Si obviamos a ese grupo de talibanes de copa de balón que apostado en la puerta del bar de moda se declara competente para otorgar el carnet de sevillano, hay una gran mayoría que ama a una ciudad ecléctica y polivalente. Una ciudad que desde el cani de chándal blanco y Seat León tuneado de la periferia, hasta el viejecito que se toma una copa de aguardiente en una tasca de la misma calle Pureza, encierra un universo poliédrico. Porque como acertadamente nos explicaba Boyer, Sevilla es una ciudad universal ya que encierra un universo en sí misma. No necesita de otras ciudades para mantener su identidad porque el dualismo, el mestizaje, y los siglos de aglutinamiento de todo ello, la han convertido en lo que es.

Es hermoso reunirse para hablar de libros y es hermoso hacerlo en el Ateneo, pero les aseguro que es reconfortante comprobar que no todo está perdido.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN