Todos, hasta el señor que vende pipas en los aledaños del Pizjuán, tienen la mente puesta en otra cita histórica para el club, y es que en apenas ocho años el Sevilla va a disputar su tercera final europea, antes denominada UEFA y ahora Europa League.
Con poco que jugarse en Liga tras atar un nuevo billete para viajar por el viejo continente la próxima temporada, los de Nervión no tienen ojos para otra cita que no sea la de Turín. Tal es así, que el prepartido de Valencia y la postclasificación en Mestalla ha deparado hasta tres choques en los que el Sevilla no ha conocido la victoria. Todo comenzó en San Mamés, con la Champions en juego, pero Emery entendió con un once de circunstancias que su cita estaba sólo cuatro días después en la capital del Turia. Por 3-1 perdió aquella tarde. Precisamente, en la vuelta de las semifinales los rojiblancos sufrieron de lo lindo para obtener una plaza agonizante para disputar la final, gracias al postrero gol de M’Bia (3-1). Y este pasado domingo, apenas metió la tercera velocidad ante el Villarreal con el fin de cerrar la quinta plaza liguera. Pero lo peor de toda esta situación es que ha roto una inmaculada racha positiva en el peor momento posible. Aún le queda visitar Getafe antes de otra final histórica.
El jueves, a Marbella
Emery ya tiene calculado su plan de trabajo de cara a la final ante el Benfica. Si bien los jugadores disfrutan de dos días de descanso, mañana volverá al tajo y el jueves se concentrarán en Marbella.
La LFP facilita la salvación del Getafe
El domingo, a tres días de la final de Turín, el Sevilla deberá disputar el duelo en Getafe. Los nervionenses solicitaron el cambio de día para jugar el sábado. Tras la negación de la LFP, los de Unai Emery saltarán al Alfonso Pérez con los suplentes.
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