Málaga

El chef José Carlos García retoma sus \'pellizquitos\' y abre una terraza para acercarse a más públicos

\"La gente comerá con las manos y en el caso de la terraza del mirador podrán disfrutar de unas vistas absolutamente espectaculares\"

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  • chef José Carlos García -

El cocinero José Carlos García retoma esta Semana Santa sus 'pellizquitos', una iniciativa que creó durante la pasada Feria de Málaga y que trata de acercar la alta cocina de este malagueño, con una Estrella Michelin, a todos los públicos. Además, con esa misma intención abre la terraza del mirador, un espacio "único", situado cerca del Paseo de la Farola y donde pondrá a disposición de los clientes cuatro tapas "muy especiales".

   García ha manifestado a Europa Press que la Semana Santa se prevé "muy agradable", por lo que se ha animado a volver a ofrecer sus 'pellizquitos', seis tapas nuevas, como las berenjenas al fuego, sushi de boquerones o con huevo frito o los bocaditos, con panes especiales como el polar, que tiene origen sueco, entre otros. Esta propuesta continuará hasta el Domingo de Resurrección, de 11.00 a 17.00 horas.

   Su objetivo es el de siempre, que la gente conozca su cocina y vea que puede disfrutarla a precios más asequibles, en torno a dos euros en el caso de estos 'pellizquitos', y que están elaborados con la misma calidad, los mismos productos y el mismo equipo de su restaurante José Carlos García, en Muelle Uno, y distinguido por la Guía Michelin.


   "Casi todo se puede comer con las manos y queremos acercarnos aún más a todos los públicos y que una familia con dos niños pueda venir a tomarse un aperitivo", ha señalado el chef.

   A este concepto suma en esta ocasión "un sueño", el Quiosco de los Miradores, un sitio abierto de 12.00 a 20.00 horas, "perfecto para la sobremesa" y en el que habrá cócteles, vinos, cafés y también "guiños" a la carta de su restaurante.

   Así, ha explicado que los clientes podrán disfrutar de aceitunas aloreñas "y grandes" rellenas de cerveza o Martini, a 2,5 euros; ensaladas servidas en bolas como las de las máquinas expendedoras de juguetes para niños que el camarero agita cuando se vaya a servir; farolillos de feria rellenos de chips picantes o el sushi, con un precio la bandeja de unos siete euros.

   "La gente comerá con las manos y en el caso de la terraza del mirador podrán disfrutar de unas vistas absolutamente espectaculares", ha recalcado, al tiempo que ha admitido que esta propuesta "formaba parte de mi proyecto y de mi ilusión, pero empresarialmente no he podido llegar hasta ahora". "Me ha costado la vida", ha apostillado.

   Este chef malagueño ha reconocido que es la terraza que siempre soñó y en ella hace múltiples guiños a los malagueños, como el caso de las aceitunas, los farolillos o el sushi con boquerones, por ejemplo. En este quiosco el encargado de los cócteles será la misma persona que la del restaurante José Carlos García.

FUNCIONAMIENTO DEL RESTAURANTE

   En relación con el restaurante en sí, el cocinero es consciente de la situación económica actual; no obstante, se ha mostrado muy agradecido al público de su ciudad: "estoy teniendo muchas peticiones de información, no todos son reservas, pero me anima que la gente se interese y muestre su predisposición".

   Comercialmente, ha admitido, la situación "ha aumentado un poquito", a lo que se suma "la calidad del cliente, que es una pasada de buena porque vienen a disfrutar y eso quiere decir que tarde o temprano vamos a despegar".

   "Yo soy cocinero y siempre me he sentido muy cerca del malagueño", ha reiterado, al tiempo que ha incidido en el "esfuerzo" de sus clientes, entre ellos muchos jóvenes, "que vienen a mi casa a gastarse 160 euros la pareja" y, a pesar de que "no son todas las visitas que necesitamos, sí nos eligen para momentos especiales y es de agradecer".

   Con estas propuestas que pone en marcha esta Semana Santa y que confía en repetir el próximo verano "quiero romper la barrera del cocinero intocable". "Esto nos acerca mucho más y sin el malagueño yo no estaría donde estoy ahora, a mí siempre me han tratado bien", ha sostenido.

   Al público local se suman cada vez más clientes de otros puntos de España que visitan la ciudad de Málaga y los cruceristas. Precisamente, el Sábado Santo su restaurante, que lleva su mismo nombre, tiene una reserva para un grupo de 18 personas que "llegarán en un crucerito. Es una señal buenísima", ha finalizado.

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