Apenas hace cuatro días que la primavera comenzó oficialmente su estación de 2014, pero para el 25 % de los onubenses, se ha adelantado unas cuantas semanas. Hablamos de la alergia primaveral, que este año se presenta con “fuerza”, incluso más que el año pasado, que ya tuvo bastante incidencia.
Picor de nariz y ojos, estornudos, dificultades respiratorias... Son muchos los síntomas de la alergia a los pólenes, y todos los alérgicos onubenses miran ahora al cielo, porque de él depende que pasen una primavera más o menos molesta. La lluvia es la clave.
Así lo explica a Viva Huelva Cesárea Sánchez, alergóloga del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. La lluvia es la causante pero también la tabla de salvación para los alérgicos, ya que “si llueve mucho en otoño, como ha pasado este año, hay más vegetación y también más pólenes”, indica Sánchez. 
De hecho, este año la alergia primaveral se ha adelantado unas semanas porque “ha habido muchas lluvias en las primeras semanas de febrero y sol en las últimas semanas, lo que ha permitido que la floración empiece en las primeras semanas de marzo, cuando la alergia primaveral no suele aparecer hasta abril”.
Pero, “si llueve en primavera, que es cuando más polen hay en el ambiente, la lluvia precipitará estos pólenes al suelo y habrá menos síntomas”, de modo que “lo ideal es que llueva un poco en primavera”.
Casos en la provincia
La prevalencia de alergia en Huelva es similar al resto de España. “Normalmente, una de cada cuatro personas puede tener alergia primaveral, aunque en Huelva hay más prevalencia de polen de gramíneas y olivos”. Además, por la situación geográfica onubense, con un clima suave y unas temperaturas medias, “hay más presencia de ácaros y alternaria (hongos), alérgenos que se reproducen más en temperaturas suaves que extremas”.
Cada vez hay más casos de alergias, entre otras cuestiones por “los estilos de vida o los niveles de contaminación”, de ahí que se denomine “la epidemia del siglo XXI”. Por eso, Sánchez explica que “es muy importante el diagnóstico y el tratamiento a tiempo, porque se puede frenar mucho”.
Lo principal es identificar la causa de la alergia, para poder evitarla, aunque en el caso de los pólenes, al estar en el aire, “es difícil de evitar”, aunque recomienda “llevar cerradas las ventanillas de los coches, evitar salir a la calle los días de mucho viento a hora de máxima calor”.
Además, Sánchez insiste en la vacunación, ya que “es el tratamiento que va directamente a la causa, el resto sólo sirve para aliviar los síntomas”.
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