Entre la ambición europea y la realidad del objetivo

El Betis, colista en la Liga española a diez puntos de los puestos de permanencia, recibe esta noche (21.05 horas) al Rubin Kazan ruso en el partido correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League, competición en la que puede olvidarse de sus actuales penas y recobrar la autoestima de una afición martirizada.

No obstante, la eliminatoria europea se le presenta al conjunto verdiblanco como un arma de doble filo. Y es que en estos momentos, en la mayoría de los aficionados béticos existen ciertas reservas al hecho de poder enfrentarse en octavos al eterno rival, en una hipotética clasificación de ambos equipos.

Una probabilidad ínfima; si tenemos en cuenta el adversario, el terrible invierno siberiano y la única estadística histórica contra un rival ruso por parte del Betis, que indican que los heliopolitanos no han ganado nunca un partido frente a un rival de ese país.

El doble choque ante el Dinamo de Moscú en la exigua Recopa (0-0 en el Villamarín y 3-0 en terreno moscovita), propició a la larga un desgaste que terminó con un equipazo por aquel entonces con sus huesos en Segunda hace ya más de 37 años. Desde luego, con la situación actual lleva camino de reproducirse.

Verdú y Figueras, fuera

Ni el centrocampista ni el central catalanes han entrenado en la convocatoria final para el encuentro de hoy. Así, dos de los futbolistas más señalados, se quedarán en la grada.

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