Según datos de la agencia, la precipitaciones de 2008 fueron una media de 711 litros por metro cuadrado debido a las lluvias abundantes de la primavera y el otoño, superior a la media anual de 670-680 litros.
Las regiones de la vertiente atlántica como Galicia, Extremadura o Castilla-La Mancha acumulan un déficit hídrico debido a que las borrascas oceánicas suelen desviarse hacia el Polo desde hace unos doce o catorce años en lugar de llegar a Europa, lo que podría deberse al cambio climático, aunque no se ha estudiado a fondo, según explicó ayer el portavoz de la AEMET, Ágel Rivera.
En el caso de Canarias, 2008 ha sido un año meteorológico “muy cálido” y seco.
Según Rivera, existe una tendencia al enfriamiento entre años cálidos, que habrá que confirmar, y fue 2008 el décimo año con temperaturas más altas desde que existen datos estadísticos y el decimoséptimo en la península.
A partir de los años setenta se ha observado una subida gradual de temperaturas “muy rápida”, con algunos altibajos; desde 2000, esa tendencia se ha frenado pero sigue habiendo años cálidos.
El invierno actual (diciembre-enero-febrero) está siendo “frío sin exagerar”, ha dicho Rivera, con temperaturas medias de 7,4 grados debido principalmente a unas máximas bajas por la abundancia de nubosidad. Esa media ha sido superior a los 6,5 grados de 2004 y 6,7 de 2005.
El invierno está siendo frío en el Mediterráneo, zonas de la mitad norte y archipiélagos, con temperaturas normales en el resto.
Las temperaturas han sido extremadamente bajas en Cádiz y Valencia para ésta época y muy frías en Huelva, Almería, Teruel Pontevedra, Cantabria, Asturias y País Vasco, Gran Canaria o Menorca.
La sensación de más frío que en otros inviernos se debe a que los episodios meteorológicos adversos han sido más continuados.
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