Sin disimulo ni mayor ambición que conseguir lo que consiguió: no perder. El Recreativo de Huelva sacó un punto este domingo de ‘El Molinón’ en un partido en el que centró sus energías en anular el potencial ofensivo del rival, pero en el que se olvidó-quizá adrede- de construir en ataque. Partido sólido en defensa de los de Sergi, que logran por segunda jornada seguida dejar la portería a cero, pero pobre, muy pobre en ataque, sumando también el segundo partido seguido sin anotar.
Se enfrentaban los dos máximos goleadores de la categoría, y la suma tendrá que seguir a partir de la próxima jornada. Sergi había avisado en la previa que habría pocos goles, en el análisis posterior se alegraba de haber conseguido el partido planteado, Sandoval se quejó de la falta de pelea del Decano... 0-0. Un partido para seguir afianzando el planteamiento defensivo, pero un partido en el que Sergi tendrá que sacar conclusiones para tratar de alcanzar el equilibrio.
Y es que, hasta la idea de fútbol supuestamente alegre que defiende siempre el técnico catalán quedó este domingo en el banquillo. El Recre, ganador en lo táctico, planteó un partido serio atrás, con líneas juntas, ayudas defensivas y mucha solidaridad a la hora de anular el ataque gijonés. Por no plantear en ataque no planteó ni un nueve de referencia, dando la primera línea de presión a Joselu, Arana y Jorge Larena. Desde el arranque del choque, el Decano dejó clara su intención de que el partido fuera lento, sin ritmo ni demasiada intensidad que propiciara desdibujar el sistema inicial. La paciencia, tan perseguida por Sergi, se volvió parsimonia, y aunque se entiende que lo que buscaba era no pasar sustos atrás y salir a la contra en alguna jugada, ni siquiera en las opciones de lanzar la ofensiva metió el equipo la quinta marcha.
Con todo esto, el partido fue avanzando en la primera mitad como el Recre quería. Ritmo pausado, pocas ocasiones y el choque que iba durmiéndose.
Así fue desarrollándose la primera parte. La lucha en el centro del campo la tenía bien controlada el Recre, con Jesús Vázquez de manija de la destrucción. Pero a la hora de tratar de subir el balón al área asturiana, el Decano se perdía ante la falta de referencia arriba. Las ocasiones más claras llegaron en el último tramo de la primera parte, y fueron para el Sporting, el equipo que más, pero no mejor, lo intentó. En el minuto 39, Scepovic lanzó una falta directa y lejana, le metió al balón buena potencia y efecto, pero Cabrero respondió a la perfección con una gran estirada y blocaje posterior para salvar el gol en dos tiempos.
En el minuto 41, llegó la más clara. Un córner mal lanzado por el Sporting provoca diferentes rebotes en el área hasta que el balón queda franco para el remate de Mandi. Raso, Cabrero ya estaba batido, pero bajo palos Fernando Vega hizo posible que se llegara al descanso con el empate inicial.
Segunda parte
El segundo acto empezó como acabó el primero. Con ocasión para el Sporting a la salida de un córner peinado por Lekic y en el segundo palo de nuevo Mandi no logró conectar con el balón cuando Cabrero ya estaba vencido.
En los minutos 51 y 52, Arana y Montoro se sacaron sendos tiros lejanos que se convirtieron en los más peligroso hasta entonces del Recreativo en ataque. El dibujo del partido era idéntico que en la primera parte, aunque el ritmo subió ligeramente. El Sporting era un querer y no poder y el Recre era un quizá poder pero no querer. Las energías estaban en la destrucción. Con el balón en juego, los de Sandoval apenas generaban peligro, porque cuando lograban salvar la línea de presión de la medular chocaban una y otra vez con los centrales Morcillo y Menosse, que se marcaron un partido sobresaliente.
Por bandas, las ayudas a Cifu y Vega bastaron para que apenas se crearan centros laterales, una de las grandes armas de Sandoval y los suyos. Así las cosas, el peligro llegó con la catapulta en la que convertía los saques de banda el lateral derecho gijonés Luis Hernández. En uno de ellos, minuto 56, el balón quedó propicio para Canella, que conectó un zapatazo con el empeine bien despejado a bocajarro por Cabrero.
Tres minutos después, en el 59’, el Recre tuvo una opción clara. Falta al corazón del área, la maniobra de despite de Joselu logra dejar solo a Morcillo, pero el central albizul no llega por centímetros a conectar con el balón. En el 62’, centro lateral de Cifu que Arana conecta de cabeza, pero demasiado forzado. El balón se fue alto. La batalla en el centro del golpe la seguía ganando la consistencia albiazul. En una recuperación, minuto 66, el balón sale rechazado para Jorge Larena con todo el campo por delante, dos defensas en contra y la compañía de Joselu. El centrocampista avanzó con rapidez, atrajo con inteligencia a los defensas rivales... lo hizo todo bien, menos el pase a Joselu, que le salió algo pasado de fuerza, lo que hizo que el delantero cartayero tuviera que estirarse para conectar con el balón, que se acabó yendo rozando el palo derecho de un Cuéllar ya batido. Las piernas empezaban a fallar en los dos equipos, lo que hizo que la victoria pareciera que podía caer para cualquier lado. Hasta el minuto 75 no movió Sergi el banquillo, dando entrada a Valle, que no pudo aportar nada en ataque, y sentando a Larena. En el 81’ Arana dejó su sitio a Ezequiel, y en el 89’ Joselu se sentó para que entrara Linares.
El partido fue muriendo como nació. Con el Recre ralentizando el juego hasta la saciedad y el Sporting chocando una y otra vez contra la organizadísima defensa onubense. Cero a cero. Empate sin goles para un Recre que llegó a Gijón para empatar sin goles, y que esta semana, una vez que parece que se ha conseguido la consistencia defensiva, deberá buscar la potencia ofensiva si quiere encontrar el indispensable equilibrio para aspirar a no dejar de ser uno de los aspirantes.
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