La Mesa del Centro Histórico se reúne esta tarde por primera vez desde su constitución antes del verano y promete hacerlo con no pocas controversias sobre la mesa relacionadas fundamentalmente con el problema de la movida que sufre el barrio de San Mateo y su entorno. El Ayuntamiento, las bodegas, la Unión de Hermandades, la plataforma Patrimonio Destruido o la Asociación de Vecinos Centro Histórico son algunos de los colectivos convocados a este órgano puesto en marcha para revitalizar esta zona y que hoy tiene todas las papeletas en convertirse en una sesión monográfica sobre los efectos del botellón.
De hecho, los propios vecinos han pedido que en el encuentro esté pendiente el delegado de Seguridad, Javier Durá, con el que ya se han sentado en varias ocasiones, después de que, como preveían, el desmadre de los jueves se haya trasladado ya a los sábados, siendo el último “el peor” en todo el verano.
Después de varias noches de “patrullas” y a falta de ver cómo transcurre esta convocatoria, los vecinos siguen sin descartar la posibilidad de denunciar al Ayuntamiento de Jerez y no tanto por el tema del botellón sino por su excesiva “permisividad” y su “dejación de funciones” con determinados locales de ocio de la zona. “El que los jóvenes estén haciendo botellón en la calle para luego entrar allí (por una conocida discoteca) es sólo una consecuencia”, señala el presidente del colectivo vecinal, Alejandro López, que pide que se revisen las ordenanzas respecto a las horas de cierre de este tipo de establecimientos.
“Excesiva permisividad”
La mesa, por lo tanto, se presenta a priori como la “última oportunidad” para evitar que este conflicto de la movida acabe con el Consistorio en los juzgados, como ya ocurrió en su día en Sevilla cuando El Arenal denunció al Ayuntamiento de Sevilla por las consecuencias del botellón.
Todo ello, como indican, al margen de que el Gobierno local haya reforzado la vigilancia considerablemente con más efectivos de la Policía Local tras anunciar incluso la creación de una unidad específica contra el botellón. El objeto de esta patrulla sería controlar estos problemas tanto en San Mateo como en otros puntos de la ciudad donde sigue habiendo reuniones de jóvenes para beber en la calle aunque esta práctica esté prohibida y sea sancionada con multas desde 100 euros.
No obstante, no ha trascendido ni el plazo ni cuántos agentes formarían este grupo, cuya composición Durá ha dejado en manos de los mandos del 092 para que ellos sean los que se organicen.
Regular los ensayos costaleros
Sin ánimo de entrar en conflicto y desde el “respeto”, la asociación de vecinos del Centro Histórico llevará a la Mesa una propuesta para que el Ayuntamiento regule los ensayos de los costaleros que las hermandades llevan a cabo meses antes de la Semana Santa por las molestias de ruido y de tráfico que, a su juicio, acarrean.
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