La tribuna de Viva Sevilla

Desde el corazón, gracias

Hace sólo unos meses el Festival Turina no estaba asegurado, pero el aliento, la fuerza, el respaldo y la creencia en nuestro proyecto de un grupo de 100 personas -patrocinadores, colaboradores, proveedores, mecenas y amigos-, que han decidido apostar por la música lo han convertido en realidad.

  • El equipo -

“Viene del corazón, quiere llegar al corazón”, estas son las palabras de Beethoven que pueden resumir el IV Festival Internacional de Música de Cámara Joaquín Turina de Sevilla (FIMCJT), que ha llegado a su fin este domingo 15 de septiembre. Y lo son porque sin esta parte sustancial de cada ser humano, este festival que se inició en el año 2007 en torno a la figura del magnífico compositor sevillano Joaquín Turina, no habría sido posible. Hace sólo unos meses su celebración no estaba asegurada, pero el aliento, la fuerza, el respaldo y la creencia en nuestro proyecto de un grupo de 100 personas -patrocinadores, colaboradores, proveedores, mecenas y amigos-, que han decidido apostar por la Música de Cámara y la Cultura de Sevilla, lo han convertido en una realidad de la que han podido disfrutar más de 2000 personas de Sevilla o de paso por ella. A todas estas personas, mi agradecimiento más sincero. Cada aportación ha sido clave para que nuestro, su proyecto, haya sido una realidad.


Otros no han considerado la importancia de un Festival que con el paso de los años se ha convertido en un evento de primer nivel internacional y cuyo objetivo es y ha sido siempre dar a conocer a un público –cada vez más amplio- la herencia cultural de España (y de Sevilla en particular) a través de las obras de música de cámara del compositor sevillano. Seguramente, no habremos sabido transmitir, desde la iniciativa privada, su importancia para la cultura, la gastronomía y el turismo de la ciudad de Sevilla. Seguiremos trabajando para conseguirlo y estoy segura de que acabaremos consiguiéndolo. El esfuerzo ha sido titánico, no se lo niego, pero más allá del cansancio, quiero que hoy sea un día de congratulación por los momentos tan especiales que público y artistas han conseguido vivir. También para el análisis y la reflexión constructiva, para mejorar la que será V edición del FIMCJT, en 2015.


No es éste un Festival al uso, queremos ofrecer a la ciudad, a los jóvenes que son el futuro, la oportunidad de disfrutar de nuestro legado, de compartirlo con quienes han querido acompañarnos –aficionados, entendidos o no en música de cámara- en conciertos, ensayos y clases magistrales de puertas abiertas. Hemos procurado hacer vibrar al público, con una programación de gran profundidad y emotividad, en la que cada obra y artista han sido elegidos a propósito y con una finalidad determinada: provocar un intenso y rico diálogo entre público y artistas, a través de la música y de cada partitura seleccionada.


Me quedo con cada minuto de nuestros jóvenes músicos. A lo largo de toda la semana (especialmente en el Ciclo de Jóvenes Músicos) hemos tenido una buena muestra de su profesionalidad, responsabilidad y destreza. Son el futuro de nuestra cultura y necesitan de la ayuda y del empuje de todos nosotros, profesionales de la música. Mi felicitación para estos 47 alumnos y alumnas que han trabajado muy duro, muchos formando además parte de nuestro equipo de voluntarios, cuyo papel es esencial en la organización del Festival.


Confiamos en haber logrado transmitir la calidez y emociones de cada obra y artista y despertar emociones profundas en el oyente. Aquí hemos contado sin ningún lugar a dudas con la complicidad de los artistas, que se han implicado con entusiasmo y cercanía por mostrar su magisterio, su profesionalidad, su sensibilidad a lo largo de toda la semana del Festival. A todos ellos -Graf Mourja (violín), Péter Nagy (piano), Silvia Simionescu (Viola), Sofía Melikyan (piano), Priya Mitchell (violín), Mikayel Hakhnazaryan (cello), Torleif Théen (cello), Simon Bernardini (violín), Quinteto Ethos- y nuestro técnico de piano, Jan Inge Almaas, mi más sincero agradecimiento. Sin olvidarme de mis dos compañeras de viaje: Sofía Rosa y Susana Muñoz.

Gracias por vuestra complicidad. Y, como no podía ser de otra manera, desde el fondo de mi corazón mis gracias a cada persona que se ha interesado y se ha acercado a compartir con nosotros su amor por la cultura y por la música. Deseo que muy pronto podamos volver a encontrarnos. Desde el Festival Joaquín Turina seguiremos trabajando por y para la música, con el corazón y desde el corazón.

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