Jonathan Moya, presunto secuestrador y asesino de la niña onubense de 16 meses Miriam, ha sido condenado a dos años y dos meses de prisión por engañar en 2009 al dueño de un turismo con quien acordó su compra por un precio de 3.000 euros, que, finalmente, nunca abonó a la víctima.
La pena de cárcel dictada por el Juzgado de lo Penal número 1 se suma a los 12 meses de prisión al que fue condenado la pasada semana por otro delito de estafa, en este caso con la compraventa de un vehículo que adquirió fraudulentamente por 9.000 euros y vendió de forma ilícita por 5.000 euros.
La sentencia del magistrado Luis Columna, han indicado a Europa Press fuentes judiciales, recoge como probado que Moya González, de 25 años y para quien la fiscal pidio dos años y seis meses de prisión, trazó en diciembre de 2009 un plan de manera preconcebida para "apoderarse de un coche sin pagarlo y sin que su nombre" constase "en ninguna parte".
Así, para conseguir tal objetivo, contactó con la víctima y quedó con él en la rotonda del barrio de Torrecárdenas de la capital al tiempo que recurrió al otro acusado en el procedimiento, al que el juez absuelve al considerar que se trata "de una víctima más" de su "estrategia", para que "no hubiera forma alguna de contactar con él si no era a través del DNI de M.G.B.", a cuyo nombre hizo registrar el turismo objeto de la estafa .
Subraya que pactó un precio de 3.000 euros con el dueño del vehículo y que le "engañó" al asegurarle que había abonado la cantidad mediante transferencia bancaria para de esta forma "quedarse con el coche sin abonar cantidad alguna" como hizo ya que "dispuso" de hasta que fue trasladado hasta el depósito judicial.
"NO CREÍBLE"
El titular del Juzgado de lo Penal número 1 califica de "no creíble" la versión que, en sala, dio Moya González y rechaza que concurra en este causa la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas como solicitó su defensa al remarca que la "instrucción fue rápida" y que el retraso en la remisión para su enjuiciamiento se debió para "resolver recursos que no llegaron a prosperar".
Con respecto a M.G.B., defendido por el letrado Enrique José Cerrudo, a cuyo informe se aviene el fallo absolutorio para su patrocinado, remarca que "no tiene responsabilidad en los hecho alguna". "El hecho de que se pusiera el coche a su nombre no suponía que fuera para él y tampoco conocía las pretensiones" del principal acusado, según indica.
Al fundamentar la absolución hace alusión, asimismo, a lo depuesto por los testigos en juicio, que aseguraron que, a concertar la venta, "sólo hablaba Jonathan Moya y que estaba muy claro que era el comprador".
Durante la vista oral celebrada el lunes, Jonathan Moya volvió a negar la comisión de estafa y afirmó, en todo momento, que no era su "intención no pagar" ya que acordó con la víctima que lo pagaría "a plazos".
Moya González, a quien le restan otros dos juicios por presuntos delitos de estafa y de apropiación indebida por el que se enfrenta a penas que suman más de seis años de cárcel, se encuentra en prisión incondicional desde el 29 de diciembre imputado por el rapto y muerte de la niña de 16 meses Miriam. La pequeña, hija de su compañera sentimental, permaneció en paradero desconocido durante ocho días tras ser raptada presuntamente él el 20 de diciembre.
Su cuerpo fue encontrado el 28 de diciembre en el interior de una balsa de riego ubicada junto a una vía de servicio de la autovía A-92 y a una distancia de apenas unos 500 metros del cortijo familiar donde fue arrestado el principal implicado en los hechos. El segundo de los imputados, Raúl R.F., era detenido horas después que su amigo, al que, según apunta la investigación, habría prestado cobertura. La causa, que instruye el Juzgado de Instrucción número 2 de Almería, está bajo secreto de sumario.
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