La Unión Deportiva Marbella empieza a trocar fondo en lo institucional. Los jugadores, al término del entrenamiento del miércoles, y ante la falta de respuesta de la directiva sobre la deuda que mantiene con la plantilla, decidieron no volver a entrenar e incluso no jugar la próxima jornada ante el Huétor Tájar.
Los acontecimientos recientes, con la marcha de jugadores como Ador o Chía, porque se deben las dos últimas mensualidades, hacían temer una situación así. Esta semana, la plantilla esperaba recibir alguna aclaración sobre el futuro del club. Ha habido especulaciones sobre la vuelta del antiguo presidente, Antonio Pérez, y otras alternativas, por lo que entre os jugadores, especialmente los de Marbella, entienden que si la actual directiva no es capaz de resolver la situación, mejor que lo hagan otros.
En lo deportivo, la marcha de hombres importantes, unida a las lesiones como la de Borja Arambarri, han desembocado en que el técnico Adrián Cervera se vea prácticamente en cuadro las últimas jornadas. A Níjar viajaron sólo 12 jugadores del primer equipo y éste apenas pasó del empate ante el farolillo rojo de la clasificación. La mala racha ha alejado al equipo de la cabeza y lo ha situado en la décimotercera plaza, peligrosamente cerca de la zona de peligro.
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