Campo de Gibraltar

?Hemos emprendido acciones judiciales por ciertos insultos?

El PSA fue la llave del cambio. Cuando se cumplen dos meses de la moción de censura que devolvió la Alcaldía al socialista José María Román, una de las piezas claves en esta maniobra política, la edil nacionalista, Mari Ángeles Polanco...

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  • La edil del PSA, Mari Ángeles Polanco, en su despacho de la Delegación de Fomento. -
El PSA fue la llave del cambio. Cuando se cumplen dos meses de la moción de censura que devolvió la Alcaldía al socialista José María Román, una de las piezas claves en esta maniobra política, la edil nacionalista, Mari Ángeles Polanco, hace balance de su paso por el cuatripartito y de su presente y futuro con el actual Gobierno.

—¿Qué balance hace de estos dos meses de Gobierno junto a PSOE e IU?
— Han sido dos meses muy positivos. Estoy contenta y con muchas ganas de sacar adelante una ciudad, que no solamente ha estado dormida durante año y medio, sino que además se ha visto muy afectada por la crisis.
—¿Qué diferencias ha percibido ya con respecto al Gobierno anterior, del que también formó parte?
—Sobre todo una, la manera de gestionar el dinero público y las ideas. El PSA ha pasado de estar en un equipo de Gobierno donde una de las mayores iniciativas era una escultura en una rotonda, a otro en el que se sacan adelante grandes proyectos, como el tranvía o la Ronda Oeste. El equipo de Gobierno anterior vivía ajeno a la realidad, en una Chiclana virtual. Se estaba pasando por una grave situación económica, y aquí sólo se pensaba en la estética de la ciudad. Así no se salva una localidad.
—Desde su posición en el Ayuntamiento, ¿cuáles son sus objetivos a corto plazo?
—Crear empleo es lo prioritario. No sólo desde mis delegaciones sino desde todas. La situación es bastante crítica para muchas familias. Vamos a lanzarnos al cuello de todo lo que nos lleve a crear empleo y lo más importante, no sólo desde la Administración; tenemos que lograr que sean las propias empresas las que creen empleo, porque no se puede basar el desarrollo de una ciudad en la ayuda del papá o mamá ayuntamiento.
El alcalde ha acusado en alguna ocasión al Gobierno de Marín de ahuyentar a los inversores, ¿comparte esa opinión?
—La comparto totalmente. A mí me han venido inversores a decirme que cuando se reunieron con el anterior equipo de Gobierno, -reuniones de las que no teníamos conocimiento, por cierto- algunos miembros les aconsejaron que no invirtieran en esta ciudad porque aquí había muchos problemas y urbanísticamente era un caos. Esto se lo puse al entonces alcalde, Ernesto Marín, encima de la mesa muchas veces. Le dije que a los inversores había que ponerles la alfombra roja.
¿Se sintió utilizada por el anterior equipo de Gobierno?
—Sí, desde el principio. Con el tiempo nos demostraron que para lo único que querían al PSA es para dar la imagen de que habíamos hecho un bloque contra el PSOE. Internamente, nos dejaban de lado. Nos hemos enterado de que hubo muchas negociaciones sin que estuviéramos nosotros. Habría que plantearse quién es el traidor aquí. Si quien a cara descubierta, como hizo el PSA, dice que quiere abandonar el pacto porque no está de acuerdo con la forma de gobernar, o quienes han estado trabajando a espaldas del PSA cuando se supone que estábamos con ellos.
Abandonar el anterior equipo de Gobierno le ha hecho ser el centro de todas las críticas, ¿qué es lo que más le ha dolido de todo lo que se ha dicho?
—Me ha dolido que en grandes titulares, y sin importar consecuencias ni personales ni jurídicas, se diga “por cuánto se ha vendido Polanco”. También que se cuestione el puesto de trabajo de mi marido, y que se aproveche la presencia de compañeros míos en una asociación de padres y madres para tirar papeles con mentiras a las puertas de ese instituto, donde van los hijos de los compañeros. Nos han dolido muchas cosas.
¿Qué le diría a aquellos ciudadanos que le acusan de ‘chaquetera’ o de cambiar de equipo de Gobierno por intereres personales?
—Se lo explicaré a los políticos, porque el ciudadano seguro que lo entiende perfectamente. Fidelidad le tengo a mi partido y a mis siglas políticas. Cuando entré en el cuatripartito yo no creí que entrara en una organización mafiosa o en una secta de la que no se pudiera salir. Entramos con la libertad de trabajar por Chiclana, y salimos cuando vimos coartada esa libertad. Nosotros no le debíamos fidelidad a nadie.
¿Ha emprendido alguna medida contra aquellos que la han insultado?
—Yo y mi marido sí hemos emprendido personalmente acciones judiciales por ciertos insultos, pero contra quién no lo diré. Ya se enterarán cuando les llegue la citación a sus domicilios.
¿Se arrepiente de algo?
—De nada. Asumo como un fracaso personal haber dicho a mis compañeros que formásemos parte del cuatripartito.
¿Qué comportamiento espera de la oposición de ahora en adelante?
—A pesar de que vamos a ver grandes cambios y avances en la ciudad, la oposición se encargará, desgraciadamente, de seguir manhando el nombre de Chiclana. Van a querer tirar por tierra todo el trabajo de este equipo de Gobierno, pero los ciudadanos sabrán diferenciar quién está para trabajar y quién para pavonearse. Vamos a ver radicalizarse a la derecha, a la derecha nacionalista del PA y a un grupo que se enmarca dentro de la izquierda pero no sé con qué siglas.
La oposición ha exigido su pronunciamiento en temas como el de Muriano o sobre el problema interno de Izquierda Unida ¿tiene algo que decir a eso?
—En estos casos los que tienen que pronunciarse son los jueces. No me he pronunciado nunca sobre temas que se hayan judicializado, ni antes ni después de la sentencia. También podría pronunciarme sobre lo que ha dicho la justicia sobre el Caso Coto San José o el de Verdugo, y tampoco lo he hecho.
¿Hay alguien que le haya decepcionado profesionalmente?
—Sí, muchos candidatos que pertenecen a unas siglas políticas con un peso importante pero que no valen ni para estar escondidos.
¿Y personalmente?
—Sí, Manuel Guerrero. Él y su familia eran amigos. Han merendado y pasado muchas tardes en mi casa. Pasó de eso a dejarme tirada en un hospital con un desprendimiento de retina y presentarse estando con las siglas del PSA como candidato del PA.
¿En qué piensa al final del día?
—En nada, porque caigo frita de inmediato. Duermo perfectamente. Me acuesto con la radio y me levanto con la radio.
Su sueño para la ciudad.
—Me gustaría que las cifras del paro bajasen a la mínima expresión, y para ello estamos trabajando.
¿Qué futuro cercano le espera a Chiclana?
—Dos años muy ilusionantes en proyectos. Voy a trabajar lo máximo que pueda. Con los empresarios voy a estar codo con codo, utilizando todas las armas a mi alcance. Si me tengo que desplazar a bucear a cámaras de comercio extranjeras para traerme empresarios aquí, allí iré.

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