Cádiz

Cabaña sale en defensa de la industria auxiliar de astilleros

El diputado nacional y secretario provincial del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, ha asegurado que todo lo que no sea la aprobación de la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM) supone “incertidumbre” para los astilleros de la Bahía gaditana

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El diputado nacional y secretario provincial del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, ha asegurado que todo lo que no sea la aprobación de la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM) supone “incertidumbre” para los astilleros de la Bahía gaditana y, aunque entiende que “en el horizonte más inmediato” no está el cierre de ningún centro, advierte del “daño considerable” que se está haciendo a la industria auxiliar naval.

Cabaña ha manifestado que “desde hace meses” se están viendo obligadas a cerrar empresas auxiliares del sector naval, siendo la previsión que esta tendencia continúe, con lo que se está “dañando gravemente el empleo directo o subcontratado de Navantia”.

Así las cosas, el socialista ha exigido al Gobierno de la Nación que “adopte soluciones en el corto plazo” para evitar que “la incertidumbre sea cada día mayor”. A su juicio, esa incertidumbre se habría “resuelto” aprobando la enmienda a los PGE presentada por el PSOE y que compartían otros grupos políticos, dando así continuidad a la segunda fase de los BAM.

En esta línea, ha criticado el “ridículo” de los dirigentes del PP en la provincia de Cádiz y su “escasa o nula fuerza” dentro de su partido, en tanto que se habían comprometido con los trabajadores de Navantia a incluir enmiendas a los PGE que permitiesen acometer los BAM.

Por otra parte, González Cabaña también ha reprochado al Gobierno del PP que haya procedido a un “endurecimiento de las condiciones” del plan de ayudas a la Reindustrialización de la Bahía de Cádiz y del Campo de Gibraltar. Según ha detallado, se va a pasar a “un interés de 3,95 por ciento y una duración máxima de diez años, con tres de carencia y siete de amortización”, lo que “contrasta” con las condiciones anteriores del interés cero a 15 años, con cinco de carencia. 

A esto se añade el requisito de que el beneficiario “tiene que satisfacer, como mínimo, el 25 por ciento de la inversión financiable con recursos propios o con financiación externa”, cuestión que “todos sabemos lo difícil que es en estos momentos”, ha concluido.

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