La alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, y el presidente de la asociación La Jaima, Mouftah Mbarek Hadda, han firmado en la mañana de hoy martes un convenio por el que la Delegación de Servicios Sociales presta ayuda económica al colectivo para que lleve a cabo su programa de vacaciones solidarias, que este año posibilitará que 45 niños de los campamentos de refugiados pasen sus vacaciones en Sanlúcar de Barrameda.
La regidora, que estuvo acompañada de la delegada de Servicios Sociales, Ana Morillo, manifestó su agradecimiento a “La Jaima” por la labor que viene desarrollando en beneficio de unos menores que, durante su estancia en la ciudad, recibirán asistencia médica, aprenderán o mejorarán su español y establecerán unos vínculos con las familias de acogida que permitirá que estas luego prosigan ayudándoles.
La situación en los campamentos de Tinduf, situados en el sur de Argelia, en pleno desierto, está siendo especialmente dura, apuntó el presidente del colectivo, que señaló que están soportando temperaturas superiores a los 50 grados. ”Hubiésemos querido traer más niños para mejorar sus condiciones, pero no podemos quejarnos porque este año serán 45 y Sanlúcar vuelve a convertirse en la ciudad que, porcentualmente, según su número de habitantes, más niños saharauis acoge”.
A las altas temperaturas hay que sumar la falta de suministros básicos, las negativas condiciones de higiene, o la mala alimentación que reciben los niños, una situación que cambia totalmente cuando llegan a España.
Irene García recordó el apoyo que el actual equipo de gobierno viene prestándole a La Jaima, al que, por ejemplo, cedió unas dependencias para que pueda llevar a cabo con mayor facilidad su labor filantrópica, y con el que ha firmado acuerdos en los últimos años para que puedan llevar a cabo sus iniciativas solidarias.
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