El Defensor del Paciente ha presentado una reclamación patrimonial contra el SAS por un caso de presunta negligencia médica de un hombre de 58 años de Jerez de la Frontera (Cádiz) que, tras sufrir una caída accidental desde una escalera, no fue diagnosticado de fractura de astrágalo hasta que sufrió un necrosamiento de los tejidos de su pie.
Los hechos, según ha informado en rueda de prensa el abogado del Defensor del Paciente, José Luis Ortiz, se remontan a 2011, cuando el paciente ingresa en el servicio de urgencias del hospital de Jerez aquejado de un fuerte dolor tras caerse desde la escalera. Allí, fue diagnosticado de un esguince de tobillo izquierdo, tras realizarle "una radiografía simple", procediendo a inmovilizarle el pie con un yeso, "pese a presentar una enorme inflamación".
Según ha relatado, no se le realizó estudio de circulación del pie, lo que hubiera arrojado información sobre la circulación del torrente sanguíneo del pie y si existían o no vasos y arterias seccionadas o cortadas "como de hecho ocurrió".
Tras volverse a casa con el yeso, y tras dos semanas de inmovilización del tobillo, acude a un centro de salud de la localidad "siguiendo las instrucciones del hospital", donde se le retira la férula, comprobando que la inflamación "sigue como el primer día de la caída".
Un mes después del accidente, y viendo que no sentía mejoría, el paciente decide acudir a la consulta privada de un especialista en traumatología, indicándole éste que requiere rehabilitación y le da cita en su consulta en la seguridad social para el día siguiente. Nuevamente acude por tanto al hospital jerezano, donde le realizan una radiografía "simple" y le indican que continúe con la rehabilitación.
Es en una de las sesiones de seguimiento de fisioterapia donde una traumatóloga observa que tiene "una fractura distal de peroné", por lo que acude a la consulta de otro traumatólogo privado, quién le indica que tiene fractura de astrágalo. Finalmente, en la cita que tenía con su médico del hospital de Jerez, se ratifica la lesión y le indican que tienen que intervenirle quirúrgicamente de urgencia ya que el hueso "se ha desplazado".
Una vez en quirófano, los cirujanos se encuentran con que no pueden arreglar el hueso "ya que parte del mismo está necrosado y podrido y no admite su fijación por clavos", por lo que deciden "fijar el tobillo y hacer una pasta con el hueso necrosado".
Tras permanecer cinco días hospitalizado, acude nuevamente a la consulta del traumatólogo del hospital, quién le indica que el problema "había sido que había venas y arterias seccionadas y que, por eso, al astrágalo no le llegaba la sangre, por lo que tiene que hacer una rehabilitación mucho más larga para recuperar el pie".
Según ha precisado Ortiz, "el problema ha estado básicamente en la omisión de pruebas relativas al estudio de la circulación del pie", por lo que reclaman una indemnización de 125.000 euros a la Administración Pública Sanitaria.
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