En este sentido, Landaluce ha recriminado al Partido Socialista los constantes cambios de posición sobre este asunto, dependiendo del ministro de turno o de dónde venga el viento y con qué intensidad ponen de manifiesto la falta de un posicionamiento claro y contundente ante el Reino Unido y Gibraltar. Un entreguismo y unos vaivenes que son difíciles de comprender y que siguen dejando a nuestro país en una posición de inferioridad frente a los gestos poco amables de las autoridades de la colonia como el acoso sistemático que reciben las embarcaciones de la Guardia Civil cuando se acercan a las aguas españolas que rodean la roca.
Al PSOE le han puesto los deberes la ciudadanía, el Partido Popular y ahora incluso el propio Príncipe de Asturias, que demostró una coherencia y valentía digna de un heredero a la Corona de España sacando este asunto a relucir durante la visita del Príncipe Carlos a nuestro país.. Todos exigimos dialogo haciendo prevalecer la mejora de las relaciones entre los dos territorios a ambos lados de la verja, pero el Partido Socialista sigue estancado en su postura de favorecer, por su pasividad, las exigencias de Gibraltar sin luchar por hacer prevalecer los intereses de España y de los españoles.
El diputado popular recuerda que la Comisión de Exteriores del Congreso, a instancias del Partido Popular en primer lugar y después planteada en términos similares por el Grupo Parlamentario Socialista, aprobó sendas proposiciones no de ley en las que se instaba al ejecutivo español a retomar los contactos sobre la soberanía de la colonia con el Reino Unido, una premisa que no se ha cumplido y cuyo grado de compromiso desconocemos.
Ahora, tras las declaraciones del portavoz socialista de Exteriores en el Senado, José Carracao, Trinidad Jiménez deberá responder a las cuestiones que va a plantear el Partido Popular para conocer el grado de contactos mantenidos a nivel ministerial para retomar esas conversaciones y saber en qué términos se han producido, si, tal y como afirma el senador, el Reino Unido ha hecho caso omiso a las peticiones de la titular de Exteriores, lo que se convertiría en el mejor ejemplo de la escasa fuerza que tiene el Partido Socialista al frente del Gobierno.
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