El presidente de la coordinadora y colaborar en Chiclana del Banco de Alimentos, Antonio Peña, se muestra esperanzado en que “se reparta menos en 2011”, ya que está observando que “viene menos gente y eso es una alegría. De octubre pasado a estas fechas de principios de año vienen menos familias a solicitar la ayuda en alimentos”. Ajuicio de Peña, “ahora la cosa va mejor, se ha estabilizado a la baja comparado con 2009”.
Pero a pesar de una cierta mejoría, el coordinador sigue solicitando la implicación de todos, “de políticos, empresarios y comerciantes”, y destaca la alta colaboración de los alumnos de Primaria de los diferentes colegios de la ciudad: “Los que más se implican son los niños de los colegios”.
Una de las campañas más fuertes de todo el año es sin duda la de Navidad, a la que se añade el matiz sentimental propio de estas fechas. En la campaña de la pasada Navidad se atendieron las necesidades de unas 180 familias residentes en Chiclana y colaboraron en el reparto de alimentos alumnos de Educación Primaria de ocho colegios de la ciudad.
“Este año han seguido colaborando algunos empresarios y comerciantes, aunque también entre los colaboradores se ha notado la crisis económica”, matiza Antonio Peña.
Precisamente en la campaña de Navidad es donde se ha notado la mejoría a la que hace referencia el presidente de Nueva Luz. “Ha habido personas que no han venido porque están trabajando, y ha habido menos transeúntes que en 2009. A muchos los hemos tenido que quitar de la lista para recibir los alimentos, porque han encontrado trabajo en el plan E o en el Proteja”, asegura Peña.
De cualquier forma, la situación no es ni de lejos comparable con la que empezó a trabajar hace siete años Nueva Luz. “Entonces, las ayudas en alimentos eran para drogodependientes necesitados y familias desestructuradas. Ahora el perfil de la persona que solicita la ayuda ha cambiado radicalmente. Ahora hay muchos más parados del sector de la construcción y también muchos de los llamados vergonzantes, personas que tuvieron una situación económica desahogada y ahora se encuentran en la necesidad de pedir ayuda para sobrevivir y les da vergüenza acudir a nosotros o a organizaciones similares”.
Según la experiencia de Peña, Chiclana es una de las localidades “donde más alimentos entran para ser repartidos y es una de las que más está saliendo a flote, a diferencia de Puerto Real o Jerez donde la situación está fatal”.
El Ayuntamiento de Chiclana mantiene un convenio de colaboración con el Banco de Alimentos de Cádiz por el que aporta 8.000 euros al año, siendo junto con Cádiz los dos únicos municipios de la Bahía que mantienen la subvención a pesar de la crisis económica, mientras que están pendientes de firma los convenios con los ayuntamientos de El Puerto y Chipiona.
“Hemos engordado a muchos niños”
Una de las ayudas de las que se siente más orgulloso Antonio Peña es la asistencia a niños lactantes; en la actualidad son 23 los bebés que se alimentan con leches de continuación y papillas distribuidas por Nueva Luz, que también entrega pañales. “Aquí hemos engordado a muchos niños”, comenta encantado el coordinador. Las bolsas de distribuidas incluyen los productos enviados por el Banco de Alimentos, para mantener una alimentación equilibrada, a los que se suman los conseguidos a través de campañas propias, generalmente legumbres y aceite, y los de decomisos policiales.
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