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La ONU condena el ataque rebelde en el que ocho cascos azules resultaron heridos en la RDC

Las autoridades congoleñas atribuyen la acción al rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23). Al menos seis de los heridos, guatemaltecos

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  • Asamblea General de las Naciones Unidas. -

La misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco) condenó el ataque atribuido por las autoridades congoleñas al rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el que ocho cascos azules resultaron heridos el pasado sábado, incluyendo al menos seis guatemaltecos.

La jefa de la Monusco, Bintou Keita, "condena, con la mayor firmeza, el ataque contra los cascos azules ocurrido el 16 de marzo en (la localidad de) Sake. Ocho cascos azules resultaron heridos, uno de ellos de gravedad", señaló la misión en un comunicado difundido a última hora del sábado.

"Bintou Keita reafirma el compromiso de la Monusco al lado de las Fuerzas de Defensa y de Seguridad congoleñas para reforzar las patrullas conjuntas y unilaterales con el objetivo de proteger a la población civil", añadió.

Aunque la misión no dio más detalles, este sábado, el Ejército congoleño informó de que siete cascos azules, seis guatemaltecos y un indio, habían sido heridos de gravedad por disparos atribuidos al M23.

"Siete cascos azules (...), incluyendo seis guatemaltecos y un indio, gravemente heridos: este es el resultado del tiroteo del Ejército ruandés (al que la RDC acusa de apoyar al M23) dirigido contra la posición de la Monusco en Sake", dijo en la red social X el teniente coronel Guillaume Ndjike, portavoz de las Fuerzas Armadas congoleñas y gobernador militar en la provincia oriental de Kivu Norte, donde sucedieron los hechos.

Este no es el primer episodio en que efectivos de la Monusco han sido víctimas de los combates contra esta milicia pues, el pasado 3 de febrero, la misión reveló que dos de sus soldados resultaron también heridos en un ataque contra un helicóptero atribuido al M23.

Situado a una veintena de kilómetros de Goma -la capital de Kivu del Norte-, Sake ha sido el escenario de un recrudecimiento de los combates desde el pasado 7 de febrero, lo que forzó el desplazamiento de unas 144.000 personas, según detalló a finales de ese mismo mes la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Las ofensivas del M23 han desencadenado una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, un extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a haber sido confirmado por la ONU.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país.

Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco, con unos 16.300 uniformados sobre el terreno. 

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