"Hago un llamamiento al Gobierno: Ya es suficiente ocupación en Irak, es suficiente esclavitud, los ocupantes deben marcharse. Hay que cumplir las promesas", dijo el religioso ante miles de seguidores en la ciudad santa chií de Nayaf.
En ese sentido, Al Sadr llamó a la resistencia, aunque matizó que "ello no significa que todo el mundo debería llevar armas, las armas son solo para los militares".
"Nosotros también resistimos culturalmente, la resistencia pacífica es también resistencia", subrayó Al Sadr en su ciudad natal, que alberga el sepulcro del imán Ali Ibn Abu Taleb, situada 160 kilómetros al sur de Bagdad.
Al Sadr se convirtió tras la invasión de Irak por las tropas multinacionales lideradas por EEUU en marzo de 2003 en un duro opositor a la ocupación extranjera y en símbolo de la resistencia chií.
Además, fundó una milicia conocida como el "Ejército del Mahdi" que se opuso duramente al Gobierno iraquí y a las fuerzas estadounidenses, aunque posteriormente renunció a la violencia.
El religioso hizo estas declaraciones en un momento en el que el Ejército estadounidense se encuentra en plena retirada de Irak donde acabará su misión a finales de este año, de acuerdo con el pacto de seguridad firmado entre Bagdad y Washington en diciembre del 2008.
Hoy Al Sadr se mostró conciliador con el nuevo Ejecutivo del primer ministro Nuri al Maliki:
"Se ha formado un Gobierno iraquí y todos los ministros está al servicio del pueblo, al servicio de su gente y de la seguridad. Todos nosotros apoyaremos al Gobierno para que ayude y sirva al pueblo iraquí", señaló.
Según Al Sadr, las prioridades del nuevo gabinete deben ser proveer servicios al pueblo iraquí y "buscar la salida del ocupante", en referencia a EEUU.
Y advirtió de que si el Ejecutivo "no sirve al pueblo iraquí, ya habrá medios políticos de reformar el gobierno, pero solo medios políticos".
"Este Gobierno tiene que comenzar tan pronto como sea posible su actividad para servir y apoyar a la gente -apuntó el clérigo-. La gente iraquí ya ha tenido suficiente pobreza y privaciones".
Al Sadr adornó su discurso con lemas como "sí, sí, Irak", "sí, sí a la paz", "no, no a EEUU", "no, no a Israel", que fueron coreados por sus partidarios que portaban fotos suyas y banderas iraquíes.
Además, el líder chií solicitó el fin de los sufrimientos del pueblo de Irak y pidió a los iraquíes que se unan y rechacen lo ocurrido hasta ahora.
"Ya habéis tenido lucha suficiente y conflicto, es hora de que el pueblo iraquí viva en paz. Es hora de que el pueblo iraquí viva en seguridad y estabilidad", exhortó.
Al Sadr volvió el pasado 5 de enero a Irak tras pasar los últimos tres años en Irán, adonde viajó en el 2007 para continuar sus estudios religiosos y obtener la potestad de emitir "fatuas" (edictos islámicos).
Nacido en agosto de 1973, procede de una importante familia de clérigos que se dice emparentada con el mismo linaje del profeta Mahoma.
El religioso cuenta con un bloque político que lleva su mismo nombre y que en la actualidad tiene cuarenta miembros en el Parlamento iraquí, entre ellos el vicepresidente de la Asamblea, Qasi al Suhail, y con algunos ministerios del Ejecutivo.
A las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo, el bloque Sadr concurrió dentro de la Alianza Nacional Iraquí (ANI), de marcado carácter chií, que tras los comicios forjó un acuerdo con la agrupación de Al Maliki, "Estado de Derecho", que dio lugar a la llamada Alianza Nacional.
La Alianza Nacional cuenta con once carteras en el nuevo Gobierno anunciado por Al Maliki el pasado 21 de diciembre, más de nueve meses después de las elecciones, gracias a un acuerdo entre todos los grupos políticos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es