El Puerto

El boom de los retoques estéticos, cada vez a edades más tempranas

Más del 40% de la población ha recurrido alguna vez a ella. Una demanda que ha bajado de los 35 a los 18

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Queremos parecernos a nuestros ídolos, sin necesidad de usar filtros, ni pasar por el quirófano y además, luchar contra el tiempo. Por ello, cada vez son más quienes acuden a la medicina estética para realizarse algún que otro retoque echando mano del bótox o el ácido hialurónico. Tanto es así que, más del 40% de la población española ha recurrido alguna vez a ellos. Estamos ante un auténtico boom de los retoques estéticos. Una demanda que ha bajado de los 35 a los 18. Y a la que también, se apuntan ellos: los hombres.

Así lo confirman los expertos. “Sí, existe un boom en la medicina estética. Hoy en día todo se basa en qué mono estás, qué monos eres, dónde te lo has hecho, dónde fuiste”, explica María Parra González de Estética Puerto.

Entre el bótox y el ácido hialurónico, la fiebre está en “un porcentaje más alto en el ácido hialurónico. Hablamos de un 60% frente a un 40%”, explica Parra. “Es más natural que la toxina botulínica”.

Y aunque las mujeres son todavía quienes más lo demandan (un 72% frente a un 28%), a ellos, los hombres, les pasa lo mismo: “Se preocupan también mucho por la estética”. Borrar líneas de expresión y las arrugas, también les preocupa. Aunque a diferencia de ellas, entre los tratamientos que más demandan, está de moda marcar la mandíbula.

Retoques que en los últimos años llegan a edades más tempranas, incluso al cumplir los dieciocho años. Foto en mano, saben lo que quieren y piden parecerse a ese filtro de Instagram, que aumenta sus labios, o a su influencer preferida. “Ha sido cumplir 18 años, y venir a ponerse sus labios bonitos. Arrugas con 18 años no puede tener”. Lo que más piden: baby bótox, incremento de labios, mejora de la apariencia de la piel, pómulos y la rinomodelación…. Muchas de ellas, incluso,

“Alguna paciente, de forma puntual, nos ha dicho que quiere estar como esa modelo. Bueno aquí la Virgen de Lourdes no somos, no podemos calcar a esa influencer que, todo hay que decirlo, normalmente está maquillada y sube una foto retocada a sus redes, pero sí podemos mejorar el aspecto de la persona. Hay que recordar que todo lo que vemos en las redes, no es real y que cada piel es distinta”, expresa María.

Desde Estética Puerto, situada en la calle Valdés, dejan claro que los profesionales nunca deben dar rienda suelta a las peticiones de sus pacientes. “Hacemos un diagnóstico y una valoración. La decisión final la tiene la doctora”.

Ser bello y joven tiene un precio, “desde 150 euros, un vial; hay bastante demanda y competencia, eso baja los precios”. La medicina estética ya no es un lujo, pero ojo, las gangas no existen. “El otro día vi anunciado en internet, que una clínica fuera de Cádiz, ofertaba un bótox por 50 euros. A ver yo no sé dónde compra esa toxina botulínica pero en esta clínica, ya digo que no se puede poner”.

Cabe decir que dependiendo del retoque, el tratamiento puede ser una vez al año o aumentar hasta tres veces o cuatro al año, como mantenimiento.

Y para los que no se atreven por miedo a un resultado artificial, Parra asegura que es posible un acabado natural. “Solo hay que diferenciar un relleno con ácido hialurónico reticulado con difuminar las arrugas de expresión y aportar vitaminas a nuestro rostro”.

Un boom que preocupa bastante a los psicólogos, como Isabella Magdala, que advierte: “No hay suficiente reflexión. Se toma muy a la ligera algo que puede tener consecuencias, no solo físicas sino también emocionales bastante profundas, incluso crear adicción. Y a lo mejor dentro de X años no pensamos de la misma manera. Veo muchos casos de pacientes, que se han hecho algo puntual, y que ya no se ven guapas ni se sienten bien sin ese retoque. En los peores casos hablamos de dismorfia, el paciente no se ve en el espejo de manera objetiva. Y sienten la necesidad de retocarse continuamente. Por eso, es importante, antes de un retoque, ahondar y ver si la persona tiene baja o no la autoestima, si sufre presión social a su alrededor, si necesita encajar dentro de una clase social o status, etc. . En muchos lugares, incluso de Andalucía, lo raro es ya no tener ningún retoque estético. Me consta que en muchas clínicas cuentan con una psicóloga aunque me gustaría que no se piense en el negocio y se priorice al paciente. Y si hay dudas, no se le recomiende ni incite”.

Un canon de belleza “irreal”, que ejerce una fuerte presión entre los jóvenes, cada vez más presente a través de redes sociales, donde a golpe de clic y filtro podemos tener morritos en O, el efecto beso con labios excesivamente hinchados, ojos gatunos, pómulos marcados o la piel impoluta. Un efecto inmediato que nos hace más guapos, más frescos y más descansados; que hace que ya no nos veamos con los mismos ojos. Que nos gustaría que fuera real.

Para no obsesionarse con la búsqueda de la eterna juventud, el consejo de Magdala es “reflexionar sobre si realmente es lo que quieres de verdad, si no tienes ningún filtro externo al que estés de alguna forma sometiéndote. ¿Lo harías o no lo harías?”.

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