Atando Cabos

Cary Grant, el más elegante

Cada vez que se asomaba a la pantalla brillaba, decían de él que actuaba hasta de espaldas.

Publicado: 24/01/2024 ·
10:08
· Actualizado: 24/01/2024 · 10:08
  • Cary Grant perseguido por la avioneta fumigadora, de sospechosa presencia en el desértico paraje
Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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Uno de mis actores preferidos es Cary Grant, no sé cuántas veces habré visto Historias de Filadelfia. Grant era el más elegante, el mejor peinado y el más bronceado. Puede que tuviese unos principios humildes pero el nacimiento es un hándicap que superó para llegar a donde quería, que era a codearse con la alta sociedad. En el camino quedaron el acróbata, el actor de vodevil y el acompañante de damas ricas. Nada de eso le impidió casarse con la multimillonaria Bárbara Hutton en 1942. En esa fecha ya era un actor de éxito y firmó un acuerdo prenupcial para que nadie pudiera decir que se casaba por interés. Nunca se casó por motivos de dinero pero sí por acallar los rumores que le tachaban de bisexual. Su gran amor fue Randolph Scott con el que convivió durante doce años, tuvieron que cesar la convivencia porque los estudios los presionaron a casarse pero su relación continuó en secreto durante muchos años. Hacían manitas en restaurantes discretos en los setenta, siempre hay alguien para contarlo.

No era fácil ser pareja de un hombre a principios del XX y menos siendo un personaje famoso. Sus esposas tuvieron que hacer declaraciones en numerosas ocasiones negando su condición sexual para acallar los rumores. Algunas veces, también, para no sentirse humilladas. Ocurre demasiadas veces que una mujer casada con un bisexual sea tachada de tapadera de la homosexualidad de su marido. Hay cierta reticencia a creer en la bisexualidad. Cary Grant se enamoró de mujeres igual que de hombres. Uno de los casos más sonados fue su loca atracción por Sofía Loren, se divorció para pedirle matrimonio pero lo mismo hizo al mismo tiempo Carlos Ponti y ella se decidió por él.

Administró sus ingresos con gran cabeza, llegó a ganar tres millones por película pero ninguna cifra le hizo olvidar sus orígenes pobres y no malgastó un penique.

La mayor ilusión de su vida fue su hija, abandonó su carrera cuando la tuvo para disfrutarla. También se comenta que desde finales de los sesenta no encontraba papeles que le satisfacieran, las dos cosas pudieron coexistir.

No le dieron más Óscar que el honorífico por toda su carrera, fue James Stewart quien se lo quedó por Historias de Filadelfia pero cada vez que se asomaba a la pantalla brillaba, decían de él que actuaba hasta de espaldas.

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