De hecho, ya se está alcanzando la finalización de la primera fase de los trabajos, que comprendía la reparación de la parte curva de la fachada, en el cruce de Capitán Ontañón y Blas Infante. Las obras están siendo auditadas por la empresa Vorsevi, que ya realizará hoy la tercera de las certificaciones de los trabajos, que se firman cada quince días.
Así las cosas, ante la inminente finalización de la primera fase, los operarios comenzarán en breve la segunda, que contempla el tramo interior que va desde la prolongación de la avenida Blas Infante hasta la plaza Mayor, obra que será asumida por el mismo arquitecto que está dirigiendo actualmente los trabajos, Francisco Calle.
Una vez culminada esta fase, se proseguirá con la tercera y cuarta, que responden a la parte de la calle Capitán Ontañón y al resto del edificio, respectivamente, y que supondrá la culminación de los trabajos previstos en el acuerdo que se alcanzó entre las partes.
Antonio Viñas se mostró ayer satisfecho por el “buen ritmo” con el que se están llevando a cabo las obras, y destacó también la felicitación de las cinco familias que han tenido que ser realojadas, que en un plazo aproximado de un mes podrán regresar a sus viviendas. También destaca el hecho de que hace ya varias semanas que se ha restablecido el tráfico en la prolongación de la avenida Blas Infante, devolviendo la normalidad a la zona y sin incidencias.
Trabajos
Cuando está cerca de cumplirse el año de que se detectaran las primeras deficiencias en el edificio María Cristina, los operarios están poniendo solución por fin al problema endémico con el que contaban la fachada, y que provocó desprendimientos de parte de la estructura, lo que obligó al Ayuntamiento a apuntalarla para evitar que se produjeran males mayores.
Para solucionarlo, los operarios han tenido que desmontar de forma manual la fachada, incluyendo marcos y ventanas, para volver a restituir la capa de aislamiento de la misma, que era defectuosa. Una vez cumplido ese trámite, ya están procediendo a recomponer de forma manual la fachada, un proceso que se encuentra cerca de su finalización, tras lo que harán lo propio con el resto de la fachada, pese a que no se hayan producido desprendimientos en el mismo.
El acuerdo entre las partes para poner fin al problema del edificio cuenta con el compromiso de la empresa constructora, Corsam Corviam, que está asumiendo su parte de responsabilidad en la situación del inmueble. Sin embargo, el arquitecto y los aparejadores han renunciado a su responsabilidad, por lo que se les han interpuesto un procedimiento judicial.
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