Según el último informe disponible de la agencia europea Eurocontrol, el problema que tiene el gestor aeroportuario español AENA es que al menos un tercio del tiempo que trabaja un controlador aéreo español son horas extras, que están mucho mejor remuneradas.
Esta es, a juicio de Eurocontrol, una de las razones de los altos costes que suponen los sueldos de los controladores en las cuentas de AENA, que incluso afectan a su eficiencia.
En este sentido, el ministro de Fomento español, José Blanco, aseguró la semana pasada que estos altos salarios son la principal causa de que España tenga el coste de navegación más alto de la Unión Europea y de que el déficit de AENA se incremente a un ritmo anual de 300 millones de euros.
Según cifras del ministro Blanco, el salario medio de los controladores en 2008 rondó los 334.000 euros, pero gracias a la acumulación de horas extra un total de 713 controladores cobraron entre 360.000 y 540.000 euros; 135 empleados, más de 600.000 euros; 28 percibieron más de 700.000 y alguno superó los 900.000 euros.
Muy por detrás de España, los sueldos de los controladores alemanes se sitúan entre los 60.000 y 110.000 euros anuales, dependiendo del tamaño del aeropuerto, coste que no se ve repercutido en las tasas aeroportuarias, pero sí en las de seguridad.
Según los datos recabados por Efe, los controladores irlandeses tienen un salario que ronda los 115.000 euros anuales, en tanto que en Italia ganan entre 75.000 y 80.000 euros al año, coste que sí influye en las tarifas aéreas del país.
En Reino Unido un controlador con experiencia de 10 a 15 años ingresa unos 69.000 euros, cantidad que puede llegar a los 108.000 euros en el caso de los supervisores, mientras que los franceses ganan entre 50.000 y 60.000 euros al año.
Entre los controladores aéreos peor retribuidos, los griegos perciben entre 38.000 y 44.000 euros anuales, mientras que uno turco puede llegar a ganar a lo largo de su vida laboral apenas 18.500 euros anuales; por ello el colectivo del país ha comenzado negociaciones para aumentar el tope salarial a los 23.000 euros.
Las condiciones de acceso a este privilegiado gremio varían según los países, ya que en algunos es necesario un título universitario, como en España, Italia o Reino Unido, y en otros vale con un diploma de estudios secundarios, como Francia, Grecia o Alemania.
No obstante, en todos es imprescindible tener un buen nivel de inglés y superar un test psicotécnico y un control médico, además de un curso de formación cuya duración oscila entre los 18 meses (como en España) y 36 meses.
En cuanto a su conflictividad como colectivo, los controladores franceses tienen un alto nivel de sindicación y están representados por Syndicat National des Contrôleurs du Trafic Aérien (Sncta), mientras que los irlandeses, precisamente, protagonizaron esta semana una huelga que causó retrasos en los principales aeropuertos del país.
De igual forma, entre los italianos es frecuente la convocatoria de huelga, aliados bajo su propio sindicato, la Liga Italiana de Controladores del Tráfico Aéreo (Licta).
En el extremo contrario, los controladores alemanes secundaron por primera vez una huelga en abril de 2009; no obstante, cuentan con su propio sindicato, Gewerkschaft del Flugsigherung (GdF). Tampoco se muestran muy reivindicativos los controladores británicos, ya que la última amenaza de huelga se remonta al verano de 2002, por problemas salariales, que fueron reivindicados por el sindicato Prospect.
Entre los turcos no son habituales las huelgas de los controladores, ya que no están organizados en sindicatos.
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