Vejer

Un Domingo de Resurrección con tres toros embolaos por primera vez en la historia

José Romero y Eusebio García, vocales de la Junta Directiva de la Peña Toro Embolao, relatan cómo y por qué se creó este colectivo en 2018

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  • Toro Embolao de Vejer.
  • "Una de las motivaciones para crear la peña es que no se pierda esta tradición. Queremos que se visualice que existe un amplio apoyo social"
  • “La seguridad es importante y cada año mejora la organización”
  • El próximo 17 de abril, Domingo de Resurrección, la localidad celebrará una nueva edición del Toro Embolao tras dos años sin suelta

Aunque en los archivos municipales hay documentos que hablan de la suelta de toros bravos por las calles de Vejer a finales del siglo XIX, la actual tradición de celebrar el Toro Embolao el Domingo de Resurrección comenzó en 1976 y se ha extendido hasta nuestros días. Y este 17 de abril, tras dos años de ausencia debido a la pandemia de coronavirus, regresa con más fuerza si cabe.

A quienes lo critican les invitamos a que vengan a la fiesta y vean lo limpio que es el recorrido y cómo se trata al animal. Que vengan y vean que ni se le toca"

“Para Vejer es uno de sus grandes días, es una de sus principales fiestas”, explican José Romero y Eusebio García Cordero, vocales de la Junta Directiva de la Peña Toro Embolao de la localidad. “Tras dos años de pandemia, ahora es un buen momento para retomarla porque hay una gran expectación, hay mucha gente esperando que llegue el Domingo de Resurrección”, añaden.

Toro Embolao de Vejer.


José Romero y Eusebio García son dos de los diez jóvenes fundadores de esta peña que nació en 2018 de la mano de unos amantes de la fiesta y de la tauromaquia tras una charla en verano “sentados en un chiringuito”. Entre sus objetivos “estaba ayudar y colaborar con el Ayuntamiento en las tareas de organización del festejo y para lo que hiciese falta”.

“Nos encanta el Toro Embolao y somos corredores”, relatan para recordar que “hablamos con el Consistorio y le presentamos la idea. Ya había peñas que ayudaban, peñas taurinas pero ninguna específica del Toro Embolao”. A partir de ahí, “el Ayuntamiento nos ayudó mucho y nos guió en la tramitación para conformar la peña porque estaba muy por la labor”.

Al principio eran diez personas que aumentó a 25 el primer año. Hoy cuentan con un centenar de socios, la gran mayoría de Vejer pero también foráneos.  “Tenemos socios de todas las edades pero solo pagan la cuota los mayores de 16 años, que es cuando por ley ya pueden correr si sus padres les dejan, claro”, explican.

Pero el sueño de la peña se cumplirá, si nada se tuerce, este próximo domingo 17 de abril. “La particularidad, la novedad de este año es que con el objetivo de engrandecer aún más la fiesta, la peña vamos a echar a un toro por nuestra parte”, indica José Romero.

Toro Embolao de Vejer.

En las ediciones anteriores, se soltaban dos toros de la mano del Ayuntamiento como organizador de la fiesta, “pero desde 2018, el día que nació la peña, nuestra sueño era intentar ampliarla con un toro más. Ahora mismo está todo preparado y es uno de los grandes alicientes tras dos años sin suelta. Es la primera vez en la historia y eso genera mucha expectación entre vecinos y aficionados”.

 

Un sueño y mucho trabajo

Detrás de esta histórica novedad hay “mucho trabajo. Teníamos ese sueño, el de contar con nuestro propio toro y comenzamos a buscar financiación a través de patrocinadores, proveedores, socios y organizando rifas y sorteos de lotería como el de Navidad” porque “comprar un toro es caro y acarrea muchos gastos, desde el transporte hasta los que genera el Matadero, donde por ley hay que llevarlo directamente tras la suelta porque no se puede volver a soltar en el campo”.

“Lleva muchos años de preparación”, añade Eusebio García porque, entre otras cuestiones, también está el embolao. “Una de las tradiciones característica de este pueblo según la suelta, es que el toro no va con los cuernos en punta, sino que están enfundadas y con unas bolas al final de los mismos”.

Antiguamente “se hacía el mismo día con esparadrapo y esponjas que se soltaban en muchas ocasiones. Ahora se hace en condiciones. Con unas fundas de escayola como las que se realizan en las ganaderías para evitar que se dañen los animales si se pelean entre ellos. Y estas fundas son rematadas por unas bolas para evitar percances y mejorar la seguridad tanto de los corredores como las del propio animal”.

El recorrido de los dos toros del Ayuntamiento parte desde la Plazuela hasta la Avenida San Miguel pasando por la calle Juan Relinque, por la mañana y al contrario por la tarde. El primero sale a la una de la tarde y el segundo a las cinco. El tercero, el de la peña, partirá a las cuatro de la tarde desde la plazuela.

Toro Embolao de Vejer.

Cabe recordar que la peña nació en 2018 y para la fiesta en 2020 ya tenían un toro comprado “pero nos quedamos con las ganas porque el 15 de marzo, debido a la pandemia, se suspendió y tuvimos que mandarlo al matadero. Quedó pendiente para 2021 pero tampoco se celebró, aunque algunos socios hicimos a pie y sin toro el recorrido y también lanzamos cohetes y fuegos artificiales… ese día alguno que otro soltamos una lagrimilla…”.

Lagrimilla que será de alegría este año porque el sueño se hará realidad.

Pero la función de los socios de la peña va más allá. “Nosotros vigilamos para que no entren personas ebrias en el recorrido del toro. Vigilamos para que nadie entre en chanclas o con bolsos, para que nadie entre con botellas, para que nadie le tire nada al animal y para que nadie lo toque”.

 

“Aquí no se toca al animal”

Y es que “correr delante de un toro siempre tiene sus riesgos, porque ponerse delante de un animal bravo, sobre todo si no tienes ni idea, es peligroso”. Quien habla es José Romero, corredor desde hace 25 años y que se ha recorrido España de festejo en festejo.

Aún así, “tratamos de que todo salga bien. Cuidamos de la gente y también del animal”. Además, el Ayuntamiento contrata a un director de lidia y a cuatro o cinco auxiliares, con carnet de toreros y recortadores que “evitan que nadie se acerque y dañe al toro y también ayudan si hay alguna cogida porque tienen mucha experiencia”.

E insisten. “Aquí no se toca al animal en ningún momento. No sufre con el embolao. Se baja y sube de un camión que tiene rampas hechas a medida, no es como antiguamente con una pluma. Sale 45 minutos y se encierra de nuevo en el remolque”.

No hay que olvidar que “nosotros amamos al toro. Si vemos que alguien le tira un objeto o le da una patada, porque en todos lados siempre hay un descerebrado, lo denunciamos a la Policía Local para que se le multe porque tenemos autoridad para ello. Acudimos a las reuniones de coordinación de Seguridad”.

Aman al toro y a la fiesta. “Una de las motivaciones para crear la peña es que no se pierda esta tradición. Queremos que se visualice que existe un apoyo social más allá de la política. Nosotros somos independientes, pero si nos la quieren quitar ya saben que existe una masa social que la va a defender más allá de banderas políticas”, explican estos jóvenes.

De hecho, no hace mucho, en 2019, cuando presentaron su proyecto de ampliar la fiesta con un toro más, desde el Ayuntamiento se realizó un referéndum en el pueblo y “contamos con un 85 por ciento de apoyo entre los vecinos y vecinas”.

 

Crecer junto al Toro Embolao

Ambos han crecido con el toro embolao. Eusebio, que nació en 1991, no duda en afirmar que “sueño todos los días con la fiesta. Me encanta. Es un día de convivencia” e invita “a quienes lo critican a que vengan y vean lo limpio que es el recorrido y cómo se trata al animal. Que vengan y vean que ni se le toca”.

Entre sus mejores recuerdos aparece la azotea de la casa de sus abuelos, en el casco antiguo, “con toda la familia reunida para ver el toro. Unos llevaban tortillas, otros filetes… así, en familia hasta que a cierta edad me eché a la calle para correr para sufrimiento de mis padres (risas)”.

El primer recuerdo de José Romero lo traslada hasta “un remolque con mi padre, con la tortilla y desde primera hora de la mañana para coger sitio”.

Son muchos años y muchas carreras junto al toro, y claro “algún percance siempre tienes… aunque nada grave, resbalones, golpes. A mí me cogió un toro en Pamplona y otro en Puebla del Río, aún así sigo saliendo a correr. Es mi pasión”, relata Romero.

En cuanto a Vejer, ambos insisten en que hay cámaras por todo el recorrido y los vigilantes están pendientes a ellas por si ocurre algún incidente avisar, por megafonía inmediatamente. Los operarios comprueban ese recorrido antes de cada salida para que no haya objetos. También comprueban las vallas. “La seguridad es importante y cada año mejora la organización”.

De hecho, en ella participan los socios pero también la Policía Local, la Guardia Civil y Protección Civil, junto a la anteriormente citada cuadrilla que contrata el Ayuntamiento.

Más allá del Domingo de Resurrección, “otro objetivo de la peña es llenar de contenido el fin de semana y trasladar la fiesta al mayor número de puntos de la localidad”.

A nadie se le escapa que se ha convertido en un gran atractivo turístico y en un evento que ayuda a impulsar la hostelería y la restauración.

El sábado, cuando se celebra el Toro de la Infancia, la Peña también organiza varios eventos paralelos y complementarios a los que lleva a cabo el Ayuntamiento. Ese día, con el mismo horario que la suelta del domingo, los más pequeños corren delante de una carretilla con cuernos “para fomentar la tradición”. Y ese día, la peña organiza un concurso de recortes donde, tras una exhibición, los niños y niñas compiten entre ellos y los mejores se llevan un premio en forma de un toro en miniatura.

Tras esa actividad, que se realiza en la Plazuela, desde 2019 celebran, durante tres horas, en la Hoya, para dar contenido y favorecer a la hostelería de la zona, un concurso de toro mecánico que “se ha convertido en un exitazo”. No en vano,  tras el concurso para los niños, “los padres también acaban picándose”.

Y luego “a dormir porque hay que descansar para ponerse delante de un toro al día siguiente”. Un día, el 17 de abril próximo, que pasará a la historia como el día en el que la Peña Toro Embolao “cumplió el primero de sus grades sueños”: soltar su propio toro.

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