San Fernando Town

Para bien, o para mal, tenemos un pueblo muy pacífico.

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

Ayer, de pura casualidad coincidí con uno de los “actos” más “importantes” de mi ciudad. Estaba con mis cosas, unos flashes incesantes me llamaron la atención.

¿Qué vi al girarme? A nuestro querido alcalde encendiendo las luces de la calle Real y Rosario a través de un botón. ¡Ah! Se me olvidaba que había cuatro gatos aplaudiendo y medio equipo del Ayuntamiento, una desproporción que nos indica algo.

Tras esto, se pegó varias vueltas por las calles anteriormente mentadas. Debe de contemplar su grandísima obra. O quizás quiera ver cómo la gente pasea por sus calles, pero nadie compra. Son tiempos duros para el bolsillo. Tal vez quiera contar cuantos sintecho hay mendigando por esas vías comerciales.

Lo que sí me llamó la atención, y repito, coincidí con él de manera fortuita, es que nadie se le acercara, muchos incluso pasaron de él bajo murmullos a su paso. Para bien, o para mal, tenemos un pueblo muy pacífico.

En otros lares de la Bahía de Cádiz lo felicitarían o criticarían, según el parecer del afectado. Incluso se hubiera montado una pequeña protesta por algún sector afectado, que los hay por doquier. Aquí eso es puro cuento.

¿Qué será de mi ciudad en las elecciones? Creo que en toda España se va vislumbrando una caída del bipartidismo; aquí no me atrevería a negar que el PP vuelva a ganar. Somos San Fernando Town, una mezcla entre pueblo de la Sierra Gaditana y Neverland. Puede pasar cualquier cosa que te puedas imaginar, lo que sucede es que el resultado final es casi siempre gris oscuro.

Ahora con nuestras calles con esas lucecitas que varios viandantes echaron fotos con sus móviles, o bien compararon con las de la feria de la sal, inundan nuestras ánimas con la navidad. Dentro de nada por esos altavoces sonaran esos villancicos interminables de nuestra infancia.

Ya falta poco para lo de siempre, ver todo bajo bombillas de colores, el cartero real y a los Reyes Magos, las tiendas que se saldrán a la calle para vender los roscones de reyes, los coros de villancicos, el típico Papa Noel en los grandes almacenes, los Reyes Magos de los barrios de vecinos, los actos oportunistas de los políticos, el puesto de belenismo, el del sorteo en la Plaza del Rey, las ayudas a la beneficencia… En fin, un gran espectáculo que hacemos entre todos.

San Fernando Town se convertirá en lo que tú quieras que sea, todos aportamos algo. Incluso los pesados de los petardos, señal que nuestra isla se encuentra en festividades. ¿Invadirá esta buena racha a los que mandan y obrarán el milagro navideño? No. Seguirán echándose mierdas unos a otros, porque son como unos divorciados amargados. Juntos no pueden vivir, pero separados tampoco. El PP necesita la aprobación de su PSOE, igual que este antes de hacer cualquier cosa avisa a su PP para alegrarlo, o atacarlo.

  En fin, y en medio de ese circo, nosotros celebrando, intentándolo al menos, lo más dignamente posible, la navidad. Esa sensación de llegar a casa de tus familiares mayores y verlos sentados con su estufita viendo la televisión. Esa bandeja de polvorones en la mesa, esa unión repentina con tus primos. Esas noches mágicas donde todos comen platos extraños en su día a día… ¿Volverá la política algún día a ser de agrado para todos?

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN