Pero tenemos el deporte…

Aún los ciudadanos deambulan por su calle más céntrica y ven que el tranvía no está correteando por ahí.

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El incienso sigue revoloteando todavía por la Isla, algo normal porque cada cierto tiempo sale una procesión a la calle, así no variamos nuestra costumbre.

Aún sigo exasperante delante de mi pantalla esperando ver cosas buenas, pero de las grandes, cumplidas por nuestro gobierno local. Quizás sea de los pocos críticos que aún alberge esperanzas de que la gaviota suelte aún una perlita buena para San Fernando.

Iniciaron buenas negociaciones con el tema del Hospital de San Carlos, al final nos lo vendieron con queso. Es un acuerdo para que el hospital sigua ahí, pero lo último que leí es que solo asegurará los puestos vigentes y poco más… Además tenemos a los rojos y los azules metidos en una cámara negociando, miedo me da lo que pueda salir de ahí.

Tal vez cierta Delegación diga que está levantando a la juventud y le está dando un repaso a la Casa de la Juventud, que ya era hora… ¿Tenemos que celebrar que han cambiado un mobiliario que lo pedía a gritos? Quizás esté dejando la Casa de la Juventud muy bonita, cosa subjetiva para quien lo aprecie… Pero quitando el acuerdo con un centro de estudios privado, sigo viendo la misma cantidad de personas en las instalaciones.

Pero si la Casa de la Juventud anda así, la Casa de la “Cultura” no se descoloca… Alberga cultura… Política. En vez de llenar las estancias con dependencias para asociaciones culturales o promoviendo talleres de la misma índole, nos encontramos con los partidos políticos de la oposición de malas maneras allí metidos.

Mezclando cultura y juventud, nos encontramos con unas bibliotecas y aularios cada vez más cerrados que abiertos. Sin nombrar a un Consejo estudiantil totalmente independiente y en pie de guerra con nuestro Ayuntamiento, ¡Bravo! Soluciones puede haber… Pero mira que se puede dar con la tecla; pues ellos no encuentran la tecla y la destrozan imponiendo otra porque sí.

Tampoco hay que olvidarse de toda la parafernalia que están montando en las marismas. Hace tiempo oí algo de hacer los caminos de las salinas a lomos de un animal, pensé que de algún político y tal… Me equivoqué totalmente. ¿Qué fue de aquello? Antes que seguir intentando vender unas vistas, limpien sus marismas y denle realmente vida a la producción de moluscos y sal… Algo leí levemente sobre esto último.

Aún los ciudadanos deambulan por su calle más céntrica y ven que el tranvía no está correteando por ahí, el ayuntamiento sigue cayéndose a cachos, el “Castillo” de San Romualdo sigue siendo una ilusión de cemento y piedras sin uso. ¡Que venga un historiador y vea el crimen que le han hecho a ese pequeño trozo de historia! Que tiemble nuestro edificio ilustre, que el siguiente será.

No me quiero mojar mucho con el asunto de Navantia, ya que un servidor no está muy metido en el meollo, y lo único que me entero es algo que leo en prensa y me cuentan ciertos conocidos míos. Lo último que vi no era muy esperanzador. Tampoco por aquí pueden ponerse muchas medallas, elogios que no deberían de darse, a menos que cumplan con sobresaliente en sus funciones; que no correctamente.

Yo como estudiante tengo una fecha límite de entrega de trabajos para la universidad, y por supuesto tengo unos exámenes marcados en mi calendario. Si para cuando llega la fecha no me ha dado tiempo de estudiar, ya puedo ir saludando a mi suspenso. En este caso debería de ser igual, aquí las cosas de palacio van despacio, sin embargo, cuando son cosas malas qué rápido llegan.

Tranquilos, tenemos el deporte. El fútbol, el baloncesto, el hockey, la natación, los atletas… ¡San Fernando despunta en deportistas! Una ciudad con tres equipos sénior en el fútbol, con una gran cantera en el hockey césped, un equipo de baloncesto conocidísimo, un club de natación enorme… De toda la vida apoyado por los oportunistas de turno, ¿o no?

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