Pienso, luego estorbo

¿Candy Crush?

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Celia Villalobos, vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, se ha convertido en una de las tristes protagonistas del reciente Debate sobre el Estado de la Nación. No pudo resistir la tentación y, en mitad del debate sacó su iPad y se echó una partida al famoso videojuego Candy Crush, mientras presidía el discurso del presidente del Gobierno. Hay que estar muy enganchada al videojuego para ponerse a alinear caramelos en la tableta cuando está el presidente hablando de los muchos problemas que tenemos en nuestro Estado y aportando soluciones. Una nueva torpeza de esta diputada, y ya son bastantes, a la que se le permite cualquier cosa en el PP, incluso menospreciar como últimamente a los miles de ciudadanos votantes del PP que están en contra del aborto. Sus últimas declaraciones han levantado muchas ampollas entre militantes y simpatizantes del PP. Su afirmación: "Lo que no cabe en mi partido es quien dice no al aborto", es del todo improcedente. Con las decenas de años que lleva en la cosa pública y como representante del PP debería saber que la defensa de la vida ha sido y es una de las señas de identidad del PP.  El jueguecito ha puesto en bandeja a Podemos un video preelectoral para sorna de lo que ellos denominan “casta”, al margen de los problemas de los ciudadanos. Y para colmo el hecho se produce cuando Mariano Rajoy respondía al portavoz de CIU en la Cámara, en pleno debate sobre la independencia de Cataluña. Un regalo al soberanismo catalán. Para muchos, ciudadanos, periodistas, políticos…por desgracia, el debate ha girado en torno a averiguar si estaba jugando al Candy Crush o al Frozen Free Fall. A uno o a otro, lo que está claro es que  la actitud de Villalobos ha sido una falta de respeto a la ciudadanía. Una más.  Y lo más grave es que no se pidan disculpas ni a los ciudadanos ni a la Cámara por este lamentable comportamiento. Comportamiento al que ya estamos acostumbrados los militantes del PP; no es la primera vez, que esta señora diputada se salta a la torera la disciplina del Partido, vota lo que quiere y se permite el lujo de menospreciar a muchos militantes y simpatizantes del PP. Ya está bien señora Villalobos. Ni siquiera quiso hacer uso del comodín del Rey, ese con el que podía haberse disculpado con un “lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Tal vez lo aconsejable sería que cuando acabe la legislatura abandone discretamente la escena con su tableta bajo el brazo y se dedique a otras cuestiones.  Y para recochineo sale otra diputada, la tercera vicepresidenta del Congreso, argumentando que los/las diputados/as son capaces de “hacer dos cosas a la vez”. Sin duda se pueden hacer dos cosas a la vez: una debería ser dejar el acta de diputada y simultáneamente irse a su casa. En el Partido Popular hay miles y miles de militantes que dignamente podrían sustituir a estas diputadas y que están muy cansados de tanta chulería y desprecio a los ciudadanos que con sus impuestos le abonan sus honorarios, y que trabajan día a día en sus pueblos y ciudades por la defensa de un Partido en el que confían.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN