La amplísima obra de Mario Benedetti (1920 – 2009) abarcó casi todos los géneros posibles: la novela, el teatro, el periodismo, el ensayo, la crítica…, si bien, el grueso de su quehacer -más conocido y reconocido- se centró en el relato y la poesía. De ahí, que con buen criterio, la editorial Edelvives -dentro de su selecta Coleccción Adarga- haya dado a la luz “La vida y otras geografías”, que bajo el subtítulo de Antología de Cuentos y Poemas, recoge una generosa muestra de textos del escritor uruguayo.
Miguel Herráez se ha encargado de la selección e introducciones y ha dividido el volumen en cuatro apartados: “Entender el amor”, “Dueños de la tierra”, “Soledad tan desolada” y “Entonces usted muere”. Al cabo, este cuarteto benedettiano, resume su temática más recurrente y ofrece un atractivo mapa del universo personal y literario del autor hispanoamericano.
En su prefacio, el propio Herráez afirma: “Este escritor completo (…), muy posiblemente sea el mejor testigo y notario de la clase media y de los grupos más desprovistos de la sociedad latinoamericana, el que mejor ha sabido trazarlos con realismo pero también con ironía. Su mirada sobre el amor o sobre la muerte, acerca de las penurias y de las alegrías, acerca de las tristezas y las resignaciones, es un certero y rico dibujo acerca de qué es el ser humano, el hombre y la mujer, con sus virtudes y con sus miserias”.
La compilación, incluye títulos imprescindibles como “Almuerzo y dudas”, “La colección”, “Cinco años de vida” ó “Transparencia”; relatos, donde puede apreciarse la prosa directa y de ágil pulso que caracterizó su decir. Además, su cívico compromiso, su emocionado popularismo, su tolerancia narrativa, encuentran también grato acomodo a lo largo de estas páginas plenas de autenticidad.
Su poesía, en la que algunos críticos han creído hallar una menor trascendencia, está salpicada de momentos muy inspirados, de instantes donde la conciencia vital deja paso a íntimas confesiones…, y todo ello, tamizado por una sobria pulsión dialéctica que deviene en poemas tan espléndidos como “Luna congelada” “Amor de tarde”, “El Sur también existe”, “Nostalgia” u “Otra vez los ausentes”: “No están y los busco inútilmente/ ellos son lo ausentes/ en el caos/ los tuve al lado mío/ e imagino/ que aún oigo sus pasos sus canciones/ es perpetuo el recuerdo y sus imágenes/ su amistad tan errante y tan segura/ fuimos socios del mismo purgatorio/ padecimos la misma espera (…) Se fueron o los fueron/ en qué guerra/ con poquísima gloria y sin laureles/ habrán quedado sus huesitos limpios/ diciéndole a la historia otras historias”.
La sugestivas ilustraciones de Ana Bustelo, completan un libro extenso e intenso, que confirma la vitalidad y fecundidad de Mario Benedetti y que brinda, al cabo, una excelente oportunidad para acercarse al corpus literario del genial escritor uruguayo.
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