La tribuna de El Puerto

¡A casita!

Tal y como se comprometieron durante el período electoral y fiel a sus orígenes y principios, Levantemos El Puerto celebró una asamblea vecinal para rendir cuentas.

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Tal y como se comprometieron durante el período electoral y fiel a sus orígenes y principios, Levantemos El Puerto celebró una asamblea vecinal para rendir cuentas. Sus concejales, primerizos y novatos en el poder de “Peral”, comienzan cumpliendo,  explicando su aterrizaje en el consistorio y tomando nota de las sugerencias vecinales.

Hasta aquí algo inusual, y sin entrar en valorar el asunto asambleario, ya contrasta con la antigua forma de hacer política. Ciudadanos -no los de IP, sino los de Levantemos-, que no políticos, que entran, además, directamente en el gobierno municipal (ya son políticos y profesionales, que cobran por lo que hacen) celebran asambleas para explicar lo que se hace y lo que se quiere hacer y escuchan o hacen el papel, aunque no es el tema. ¿Participación ciudadana?

Al lío, esa participación ciudadana contrasta con la Participación Ciudadana que las asociaciones vecinales y, sobre todo la Federación Flavista venía haciendo en la primera legislatura popular. Los flavistas, con su Pepe a la cabeza, llegaron a sacar durante las elecciones los manifiestos ciudadanos, unos panfletos “a la carta” para los populares del PP y más exigentse para el resto.

En definitiva, una serie de compromisos que se iban a llevar a cabo en la legislatura pepera dos y que aún estamos esperando. Para entendernos, una forma de estar en el ajo pero sin responsabilidad, lo que viene siendo un “yo te digo lo que tienes que hacer pero  firmas  tú, y además somos colegas. Paco, ¡ponme otra!”.

Si los vecinos-ciudadanos de Levantemos dan la participación ciudadana tan directa a modo de asamblea -ahora que hay luz, ya veremos en noviembre cuando a las cinco y media de la tarde sea de noche y haga frescor invernal- y encima irrumpe con tanta fuerza, dónde queda la principal reivindicación y misión de la federación flavista, con un presidente que no sabe si exigir como ciudadano-vecino para que se cumplan los servicios municipales o como sindicalista defendiendo los intereses de los currelantes que tienen que hacer que los servicios ofrecidos a los ciudadanos sea el mejor.


La irrupción de Levantemos no ha significado la derrota de los partidos políticos tradicionales y su forma de gobernar, el principal derrotado ha sido la Flave, que lleva años sin poder de convocatoria, sin un rumbo claro de defensa de los intereses de los ciudadanos y con un presidente que no sabe si es presidente vecinal o secretario general de un sindicato. Camarada, ante tanta duda y con este panorama,  ¡a casita!

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