El Xerez Toyota Nimauto, antes del entrenamiento del pasado martes, recibía la visita de Ihab Etalib, jugador de la Selección Española de Amputados. El joven deportista de 19 años trasladó su experiencia personal a la plantilla y relató sus vivencias en la pasada Eurocopa disputada en Turquía.
Ihab nació en Nador (Marruecos), aunque reside en Jerez desde hace año y medio. Con tan solo nueve años le amputaron la pierna izquierda a causa de un tumor. A pesar de ello nunca renunció a su pasión por seguir haciendo deporte. Se define como un apasionado del fútbol, aunque actualmente también lo compagina con sus clases de danza clásica.
A sus 19 años estudia un grado medio de cocina y no percibe ningún tipo de ingreso, aunque espera que los servicios sociales le brinden algún tipo de ayuda para seguir adelante. Reconoce que la falta de una pierna nunca ha sido un impedimento para él y que el “deporte ha sido mi mejor medicación”.
En lo que respecta al combinado nacional de fútbol sala de amputados afirma que solo entrenan “una o dos veces al año y estamos luchando para crear la primera Liga en España. Los jugadores somos casi todos amputados, salvo el portero, y no podemos tocar el balón con la muleta. El próximo año estamos clasificados para disputar el Mundial en México, pero necesitamos más ayuda por parte de la Federación”.
Tras el encuentro con los jugadores de Juan Carlos Gálvez en los vestuarios, Ihab saltó al pabellón del Ruiz Mateos junto al resto de miembros del equipo con los que realizó el calentamiento previo y demostró sus dotes y habilidad con el balón.
Una historia llena de humanidad que emocionó a los componentes del equipo jerezano que ya prepara esa “final” ante el Cerro Reyes extremeño, con la opción de colocarse primeros.
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