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Jaén

El Real Jaén juega en El Ejido y en Torremolinos por el ascenso directo

Los blancos necesitan ganar en El Ejido y que el Torremolinos caiga en su estadio ante un Málaga City que necesita ganar como sea para evitar el descenso

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  • Con la piel erizada dejó Óscar Lozano a la afición que sigue soñando -

Ya nos sabemos las cuentas de pé a pá. Cualquier aficionado del Real Jaén conoce la historia del club al milímetro. Cualquier seguidor es consciente de que lo tiene en el pecho que durante esta semana ha latido con más fuerza que nunca no es el corazón, sino ese escudo que tiene en sus entrañas. Alguno, presa de los nervios ha debido cortarse estos días y ha llegado a entender que aquello que le brotaba de color blanco y no rojo era su sangre. Se ha transformado producto de esa ilusión que por segunda temporada consecutiva invade hasta el último poro de la piel por gritar al cielo, un ascenso directo. Y allí, en el cielo habrá un hincha más como Higinio Vilches para concederle al Real Jaén lo que lleva buscando desde hace once años.

En esta semana, se ha hablado de causalidades como la de que cuando el Borussia Dortmund disputa una final de la Champions League, el Real Jaén asciende. También lo logra cuando el Real Madrid gana el título, como ocurrió en 2000 ante el Valencia. No será El Ejido el único lugar en el que juegue el equipo de Roberto Peragón, porque lo hará de forma indirecta en El Pozuelo y vestido de negro con la elástica del Málaga City. ¿Otra curiosidad? El Real Jaén no ha perdido de negro esta temporada. Es quizás ese partido al que se han ido las miradas y el pensamiento de si el equipo de la Academia podrá con el ogro del Torremolinos, que está invicto en su campo este año. Pero siempre hay una primera vez y el fútbol tiene caprichos que son poco razonables. Aquel título del Manchester United ante el Bayern de Múnich en dos minutos es uno de ellos, o la remontada que se produjo en el Bernabéu el pasado miércoles. Motivos sobrados para tratar de creer que en esto del fútbol todo es posible.

La verdad es que si a muchos le suena a milagro, es posible que todos esos muchos crean en el mismo porque han visto hasta un ascenso sin ganar ni un solo partido al Real Jaén en la temporada 2012-13, la misma en la que apareció la figura de Raúl Gaitán para evitar lo imposible, aquel remate del Huracán de Valencia que congeló la sangre y detuvo el tiempo y los corazones blancos un instante que pareció una eternidad.

Milagros hay. Los vemos a diario en como muchos subsisten, pelean por la vida y salen adelante con poquito. La ilusión que les da su club es de esas gratuitas que te llenan la vida de vida. Y estarán pendientes del partido en El Ejido primero, donde quizás no importe el once inicial porque el corazón blanco de la afición los va a empujar para ganar, único resultado que necesita el Real Jaén además del triunfo del Málaga City. Y no será sencillo ante el rey del empate esta temporada que también mira de soslayo a otros terrenos de juego para respirar tranquilo con una salvación que tiene casi cerrada incluso sin ganar. Pero pondrán dificultades a un equipo como el Real Jaén en el que sus jugadores también se cortan y sangran de color blanco, también tienen en las entrañas un escudo que late por su corazón y también se saben las cuentas de la ilusión para que se dé un milagro en la última jornada. Pero ojo, si no es ahora, seguirá latiendo con la misma fuerza o para afrontar el play off que comienza el próximo fin de semana. Pero eso es otra historia. Con causalidades, con latidos y con corazón. Ese que bombea sangre blanca.

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