El paro suma y sigue. Huelva encadena dos meses de descenso en el empleo, pero ahora, al menos, está en la línea de Andalucía y de España, algo que de poco consuelo sirve. El caso es que son malos tiempos para que la gente encuentre el tan ansiado trabajo, y desde luego, los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal evidencian la deriva del Gobierno central, máximo competente en esta materia, y el fracaso del Partido Popular a la hora de cumplir con el compromiso asumido de luchar contra el paro y de conseguir buenos resultados en la que fue una de sus promesas electorales estrella. Prácticamente, los datos conocidos dejan en evidencia que no hemos avanzado en una solución para la primera demanda ciudadana, pese a que nos hablen de recuperación económica y de tímido crecimiento. Al final, el sacrificio sigue pesando sobre las espaldas del ciudadano, mientras que algunos empresarios tienen en la reforma laboral una herramienta favorable para laminar los derechos laborales y para contribuir a que el paro siga descontrolado, como denuncian los sindicatos. En Huelva además, volvemos a situarnos ante la evidencia de la enorme estacionalidad que marca el flujo y el reflujo en el empleo y el paro. La dependencia de los servicios y la agricultura siguen siendo un lastre nunca subsanado que aboca a la provincia a unos vaivenes nada propicios para el desarrollo. eL drama del desempleo sigue ahí, y encima, con cada vez menos coberturas para los necesitados.
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