En román paladino

Pedro Sánchez

Su discurso del domingo marca un hito en el socialismo español. El PSOE ha regresado al centro de la política española, como cuando un joven Isidoro se abrió paso en la transición de la dictadura a la democracia

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El PSOE tiene un nuevo líder. El tiempo nos aclarará si ha llegado para gobernar aunque sólo dos legislaturas –porque éste ha sido uno de sus compromisos en el Congreso Extraordinario- o va a resultar un dirigente socialista de transición porque no consiga enraizarse en el descreído  electorado español, acrecentado con el enorme mazazo propinado por Pujol. Sólo lo sabremos cuando vayan pasando los meses, las encuestas y  las elecciones. Mientras tanto juzguemos por lo que ya hemos visto: Se ha presentado a pecho descubierto al voto directo de los afiliados partiendo en la carrera inicial de la candidatura como el último en tener posibilidades de ganar. Antes que él, todos los pronósticos demoscópicos decían que ganarían Carmen Chacón, Eduardo Madina o Susana Díaz las primarias abiertas para la elección del candidato socialista a la presidencia del Gobierno.

Tras las europeas,  Rubalcaba dimitió y empezó otra carrera: la de la Secretaría General del PSOE. Ésta es  la que  ha ganado Pedro Sánchez, porque ya venía curtido de un largo entrenamiento para ganar – como en el ciclismo- no un criterium  ni una clásica sino una grande –la Vuelta a España-. Había hecho 40.000 kilómetros hablando con tantos socialistas que le había dado ya la mano a casi todos antes de presentarse. Eso ha contado en su victoria. Luego,  en política, que es todo menos una ciencia exacta, juega la suerte y Pedro ha tenido la “baraka” que acompañaba a Yasser Arafat, hasta que lo envenenaron…pero eso fue muchos años más tarde. La suya ha sido Andalucía.

Su discurso del domingo marca un hito en el socialismo español. El PSOE ha regresado al centro de la política española, como cuando un joven Isidoro se abrió paso en la transición de la dictadura a la democracia. La que vamos a ver es el paso de una democracia secuestrada por los poderosos a una en la que se le devuelve la esperanza al pueblo. Con los ejes de la ejemplaridad por bandera, la educación, la sanidad y la dependencia como sistemas públicos, el control político de la economía –“nunca fue la economía, fue siempre la política” sentenció Sánchez sobre la crisis-, la laicidad del Estado, la defensa de las clases medias y trabajadoras, la extinción de los aforamientos y  la prioridad para que España vuelva a crecer y a crear empleo, más creíble en su voz porque es doctor en  economía ¡y políglota!, una novedad entre los líderes españoles. ¡Que siga teniendo suerte!.   

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